Al cierre del primer semestre, las ventas de los combustibles líquidos en las estaciones de servicio del país se redujeron en un 8 %. Distribuidores minoristas aseguran que el incremento en los precios de la gasolina corriente y el diésel han llevado a que los colombianos reduzcan el consumo. Comce aseguró que ante escenarios de baja demanda y caída en las ventas, en el mediano plazo se afectará la red de abastecimiento en el territorio y no seguirá siendo rentable el suministro de combustibles en varias regiones del país.