Donald Trump endurece normas migratorias de Estados Unidos. Migrantes temen por su suerte en ese país. Foto: El País

Con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se llevarán a cabo una serie de medidas sobre migración irregular de latinos a ese país que, entre otras cosas, generan controversia y preocupación entre las comunidades que viven allí o desean radicarse para cumplir el sueño americano. 

Una de las propuestas más controvertidas de Trump es acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento, protegida por la 14ª Enmienda de la Constitución de EE.UU. Dicha enmienda garantiza que cualquiera nacido en el país es, automáticamente, ciudadano norteamericano.

Ver: ‘Todo ingreso ilegal a Estados Unidos se impedirá’: Donald Trump juramenta como presidente

Trump firmó una orden ejecutiva para reinterpretar esta disposición, pero su implementación enfrenta serios obstáculos legales. Expertos constitucionales aseguran que la medida sería difícil de aplicar sin una enmienda constitucional, que requeriría el apoyo de dos tercios del Congreso y de tres cuartas partes de los estados.

El fin de la ciudadanía por nacimiento tendría un impacto profundo en los hijos de inmigrantes no autorizados.

Según el Centro de Investigaciones Pew, en 2022 había 1,2 millones de ciudadanos nacidos de padres inmigrantes no autorizados. Si esta política se implementara, podría sumar hasta 4,7 millones de personas al número de inmigrantes no autorizados para 2050.

Este tipo de medidas también abre la puerta a la separación de familias. En declaraciones previas, Trump afirmó que, para evitar romper familias, los hijos nacidos en EE.UU. de padres inmigrantes indocumentados serían deportados junto con sus padres: «La única manera de no romper la familia es enviarlos a todos juntos de vuelta”.

Restricciones de asilo y cierre de fronteras

Trump también firmó un decreto que declara emergencia nacional en la frontera sur, una medida que permite movilizar recursos militares para reforzar la seguridad fronteriza. En su discurso inaugural, afirmó que “toda entrada ilegal será detenida de inmediato”.

Además, reinstauró la política “Permanecer en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras sus casos son procesados en EE.UU. Si bien esta política busca reducir la presión en los tribunales de inmigración, depende de la colaboración del gobierno mexicano, lo que genera incertidumbre sobre su implementación.

Cambios estructurales en la administración migratoria

Otro aspecto destacado fue la destitución de altos funcionarios del sistema de tribunales de inmigración, incluidos jueces y directores con años de experiencia. Esta decisión ha generado críticas y preguntas sobre la intención de reemplazar al personal con figuras alineadas con la visión política de Trump.

El impacto de estas remociones podría ser significativo, ya que el sistema de inmigración estadounidense ya enfrenta retrasos en los casos y una creciente demanda de servicios legales.

Cierra la app CPB One

El cierre de CBP One y la falta de opciones legales podrían alimentar un aumento de cruces ilegales, advierten expertos. Según cifras oficiales, los encuentros en la frontera sur disminuyeron durante la administración Biden, pero la incertidumbre actual podría revertir esa tendencia.

Con estas medidas, la migración en busca de mejores oportunidades se convierte en un camino cada vez más incierto. Miles de familias enfrentan el dilema de arriesgarse a cruzar ilegalmente o esperar una solución que parece cada vez más lejana.