Trabajar esta cantidad de horas puede aumentar riesgo de depresión, según estudio

el trabajo excesivo puede generar depresiónImagen generada con Inteligencia Artificial

Trabajar más de 11 horas al día podría duplicar el riesgo de sufrir depresión, según un estudio internacional que analizó durante casi seis años los efectos del exceso laboral en la salud mental de más de 2.000 empleados públicos británicos. Los hallazgos, publicados por la revista científica PLOS ONE, revelan que extender la jornada laboral más allá de las 8 horas incrementa significativamente la probabilidad de sufrir episodios depresivos.

El estudio, liderado por investigadores europeos y canadienses, encontró que los trabajadores que permanecen más de 11 horas al día conectados al trabajo—ya sea en oficina o desde casa—tienen 2,5 veces más posibilidades de desarrollar depresión en comparación con aquellos que mantienen una jornada de entre 7 y 8 horas diarias.

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¿Quiénes están más expuestos a la depresión?

El perfil más vulnerable, de acuerdo con los autores, corresponde a hombres casados o en convivencia, que ocupan cargos de alta responsabilidad y se enfrentan a una fuerte carga de presión. Sin embargo, las mujeres son quienes más sufren emocionalmente los efectos de la sobrecarga laboral.

Una investigación previa realizada por el mismo equipo de científicos entre trabajadoras de 44 a 66 años mostró que por cada 10 horas adicionales de trabajo, el riesgo de depresión aumentaba en un 40%, y la probabilidad de sufrir crisis de ansiedad, en un 31%.

Para la doctora Marianna Virtanen, del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional, el estrés es el vínculo principal entre las largas jornadas laborales y los trastornos mentales. «Las mujeres, además de sus responsabilidades laborales, suelen asumir una mayor carga doméstica, lo que eleva su nivel de estrés y las hace más susceptibles al conflicto entre la vida personal y el trabajo», explicó la especialista.

El doctor Stephen Stansfeld, del Instituto Wolfson de Medicina Preventiva de Londres y coautor del estudio, agregó que las diferencias en los roles sociales también influyen. “Las mujeres enfrentan responsabilidades familiares distintas a las de los hombres, lo que puede agravar el impacto del trabajo excesivo en su bienestar psicológico.”

El costo emocional del «trabajador ideal»

La investigación también advierte sobre los peligros de centrar la identidad y la autoestima únicamente en el ámbito profesional. Trabajadores que dedican voluntariamente largas horas a su empleo por motivaciones como el éxito, el reconocimiento o el miedo al despido, pueden desarrollar adicción al trabajo, lo cual no solo afecta su propia salud, sino también la de sus compañeros.

“Estos comportamientos tienden a normalizarse y a imponerse como estándares, generando ambientes tóxicos en los que el descanso se percibe como una debilidad”, señala el profesor Eduardo Guardia, de la Universidad Nacional de Tucumán.

La llamada «pobreza de tiempo», concepto acuñado por la investigadora mexicana Araceli Damián, se refiere a la falta de tiempo disponible para actividades personales y de descanso, lo que termina afectando directamente la calidad de vida. Guardia explica que esta pérdida del “tiempo vital propio” impacta tanto a hombres como a mujeres, y que la sobrecarga laboral muchas veces se traduce en el vaciamiento emocional del individuo.

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Señales de alerta: cómo identificar la depresión laboral

A diferencia del estrés temporal, que tiende a disminuir cuando se superan los momentos difíciles, la depresión laboral persiste en el tiempo y se intensifica si no se trata. Algunos síntomas comunes son:

  • Cansancio crónico o falta de energía

  • Dificultades de concentración y memoria

  • Alteraciones en el sueño

  • Sentimientos de desesperanza o inutilidad

  • Dolores físicos recurrentes como cefaleas o molestias estomacales

  • Aislamiento o episodios de llanto en el entorno laboral

  • Incremento en ausencias, llegadas tarde o salidas anticipadas

¿Qué pueden hacer los empleadores y los trabajadores?

Desde la prevención, los expertos recomiendan a las empresas realizar evaluaciones psicosociales de los puestos de trabajo, escuchar activamente a los empleados y fomentar una cultura que respete los tiempos de descanso.

Asimismo, los trabajadores pueden implementar pequeños hábitos diarios para cuidar su salud mental, como:

  • Tomarse pausas cortas cada cierto tiempo

  • Salir al aire libre durante el almuerzo

  • Realizar ejercicios de respiración o estiramiento

  • Evitar trabajar fuera del horario establecido

  • Buscar ayuda profesional si los síntomas persisten

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad tienen un impacto económico global, con pérdidas anuales que superan el billón de dólares en productividad. Esta cifra subraya la urgencia de generar entornos laborales más equilibrados, donde el trabajo no represente un sacrificio para la salud mental de los empleados.

En conclusión, limitar las jornadas laborales extensas no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también representa una inversión estratégica para las organizaciones. Trabajar más no siempre es sinónimo de rendir más.