Arauca F.C. no cuenta con una cancha completa para entrenar. En la mitad de una cancha se prepararon para jugar el Babyfútbol y ahora son la revelación del torneo al clasificar entre los cuatro mejores equipos del campeonato.
En Arauca entrenan en la mitad de una cancha, lo recuerda con impotencia y algo de revancha el profesor Octavio Jaramillo: «yo tengo 180 niños y me toca entrenar en media cancha, porque no tenemos una, todas están ocupadas allá y solo nos prestan la mitad de una, imagínese, la mitad de una cancha para meter 180 niños». Es la realidad del equipo que hace historia para su región al clasificar entre los cuatro mejores equipos del Babyfútbol.
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Don Octavio no pudo contener las lágrimas después de recordar los sacrificios que hace todo su equipo para poder cumplir el sueño de jugar el babyfutbol. Ser uno de los mejores cuatro equipos, de los más de 1200 que juegan la eliminatoria nacional, le estremeció el corazón ante las cámaras cuando le preguntaron por cómo se sentía tras la clasificación a las semifinales. «Es difícil trabajar, a punta de esfuerzo, sacrificio, aquí faltan más profesores pero por la parte económica es difícil. Yo vengo de un problema de salud delicado, un problema cardiovascular», dijo y las lágrimas no lo dejaron continuar.
Ya más tranquilo y con las pulsaciones en buen ritmo, don Octavio le contó a Teleantioquia que «en los gastos hay veces que nos apoyan personas, políticos, a veces la alcaldía, a veces el Inder de Arauca, pero realmente el 70% es dinero de los padres de familia». Además no vinieron más entrenadores porque para cada uno necesitan dos o tres millones de pesos y que «solo pudieron viajar cinco padres de familia para acompañar a los niños porque era el niño o el papá, muchos se tuvieron que quedar pero todos están allá en Arauca viéndonos y enviando bendiciones», apuntó.
Arauca clasificó a las semifinales del Babyfútbol al empatar cero a cero ante Atlético Ibagué, en los sesenta minutos reglamentarios y luego de una definición dramática en los cobros desde el punto penal. En esa instancia su portero fue la figura al atajar dos cobros, «ese niño me llegó a los cinco años, la mamá no quería que fuera portero, pero yo le vi el talento al niño, es que yo también fui portero y vea, convencí a la mamá y ahora el niño parece que llevara 20 partidos como profesional”, comentó entre risas”.
Así es Arauca F.C. Un equipo valiente que superó lo que parecía imposible para su corta historia en el torneo infantil más importante del país. Hoy pueden celebrar por ser uno de los mejores equipos que jugó las finales del Babyfútbol 2025.
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