Las autoridades de Medellín hicieron un llamado al Gobierno Nacional. Al parecer, miembros de las bandas urbanas del Valle de Aburrá que hacen parte de la mesa de paz con el Gobierno Petro, estarían delinquiendo desde prisión.

Algunos de los cabecillas de la mesa de paz con el Gobierno Petro.

Autoridades de Medellín investigan cuáles cabecillas habrían seguido delinquiendo desde prisión, indicó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.   

Las autoridades de la ciudad investigan cuáles de los 17 representantes de las bandas urbanas que hacen parte de la mesa de paz con el Gobierno Petro, habrían seguido dando órdenes para que los miembros de sus estructuras lleven a cabo acciones delincuenciales.

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«Siguen delinquiendo desde la cárcel. Está claramente la línea de conducta de cómo se sirven posando muchos de voceros de paz, pero que lo que están haciendo es seguir delinquiendo y alimentando esas estructuras criminales a través del tráfico de estupefacientes, de la extorsión, homicidios y muchos otros delitos», indicó el alcalde de Medellín.

«Los cabecillas no son intocables»

Aunque los voceros de las autoridades de la ciudad no especificaron cuáles miembros de las estructuras criminales que están presos están vinculados a investigaciones por haber seguido delinquiendo, lo que complicaría sus situaciones jurídicas en estrados judiciales, sí advirtieron que hay procesos en curso por estas conductas.

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«Estos cabecillas tienen que tener claro que acá no son intocables, que hoy los vulnerables son ellos. Nuestra gente no puede seguir sintiendo miedo en las calles. Los únicos que tienen que sentir miedo son los criminales y los vamos a seguir persiguiendo con todas las herramientas que nos da la institucionalidad en cumplimiento de la ley», añadió el mandatario.

En la la mesa de paz con el Gobierno Nacional hay 7 voceros principales de las bandas del Valle de Aburrá, como alias Lindolfo y Carlos Pesebre; los otros 10 son suplentes. La mayoría están presos en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí y son las cabezas visibles del 90% de las estructuras criminales de la subregión.