La ciencia ha confirmado que una persona sí puede experimentar diferentes cambios en su olor corporal a lo largo de su vida.

La ciencia ha confirmado que una persona sí puede experimentar diferentes cambios en su olor corporal a lo largo de su vida.Foto: Pexels

El olfato es uno de los sentidos más poderosos, ya que permite conectar momentos, personas y lugares a través de los aromas. Con el paso de los años, el cuerpo humano atraviesa distintas transformaciones que afectan la percepción de su propio olor.

Desde el olor fresco de un bebé hasta los cambios en la adolescencia, marcados por un aumento en la sudoración y acidez, el cuerpo evoluciona constantemente. Sin embargo, con el envejecimiento, la piel experimenta modificaciones químicas que generan el característico «olor a viejo».

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¿Por qué aparece el olor a viejo?

Este fenómeno comienza a manifestarse desde los 30 años, debido a un desequilibrio en la piel provocado por la producción de lípidos y la reducción de su capacidad antioxidante.

De acuerdo con José María Antón, en una entrevista con El País, este olor no está relacionado con la falta de higiene ni con la disminución de fluidos corporales, sino con la liberación de una sustancia llamada 2-nonenal, un aldehído que se acumula en la dermis con el tiempo.

El proceso de oxidación del 2-nonenal comienza a una edad temprana, se intensifica en los 40 años y se vuelve más perceptible en la vejez.

El «olor a viejo» se caracteriza por notas de hierba y grasa, además de otros matices que surgen debido a la proliferación de bacterias. La ralentización de la producción de células cutáneas favorece la acumulación de células muertas, lo que acentúa esta fragancia natural.

¿Cómo reducir el olor a viejo?

Aunque el envejecimiento es un proceso natural, existen hábitos que pueden ayudar a minimizar su impacto en el olor corporal:

  • Dieta balanceada: Consumir alimentos ricos en antioxidantes ayuda a combatir la oxidación de la piel.
  • Hidratación constante: Beber suficiente agua mantiene el cuerpo equilibrado.
  • Ejercicio regular: La actividad física mejora la circulación y ayuda a eliminar toxinas.
  • Higiene adecuada: Usar productos que controlen la proliferación de bacterias en la piel.

Con el cuidado adecuado, es posible mantener un olor más fresco y agradable, sin importar la edad.

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