La desinformación ha llevado a muchos jóvenes y adultos a reemplazar el cigarrillo por un vapeador pero, ¿realmente son inofensivos?

Cigarrillo vs Vapeador, ¿Cuál es peor?, conózca la respuesta en esta nota. Foto: Infobae/ Coosalud

Investigaciones Teleantioquia, el programa que profundiza en los hechos que marcan la realidad regional, nacional e internacional, explora el fenómeno del vapeador en Antioquia y sus efectos reales en la salud.

El consumo de vapeadores ha crecido de manera exponencial en los últimos años, especialmente entre menores de edad que los consideran inofensivos y algunos de ellos, como una alternativa «segura» al cigarrillo tradicional. Sin embargo, expertos en salud pública han encendido las alarmas sobre los efectos nocivos de estos dispositivos, advirtiendo que pueden generar adicción y provocar serios daños en el organismo como disfunción sexual, insomnio, bronquitis y daños pulmonares.

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El engaño de la «opción más saludable»

A lo largo de la historia, el consumo de tabaco ha sido promovido como un símbolo de estatus, pero con el tiempo se reveló su impacto negativo en la salud. Regulaciones como la Ley 1335 de 2009 en Colombia han reducido el consumo de cigarrillos, pero los vapeadores han tomado su lugar, atrayendo a nuevas generaciones bajo la falsa percepción de que son menos peligrosos.

Investigaciones recientes han revelado que los menores están siendo atraídos por los vapeadores debido a la desinformación y la normalización de su consumo en redes sociales. La facilidad de compra, la variedad de sabores y la falsa percepción de que se trata solo de vapor de agua han generado un aumento en su uso. Esta situación preocupa a las autoridades sanitarias, ya que la mayoría de estos dispositivos contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva que puede afectar el desarrollo cerebral en los adolescentes.

En Investigaciones Teleantioquia se evidenció como en Colombia existe una latente falta de regulaciones estrictas en la comercialización de los vapeadores. En plataformas digitales, estos dispositivos se promocionan como productos inofensivos, lo que contribuye a su popularidad entre los jóvenes.

Testimonios: entre el alivio y la dependencia

Mientras algunos consumidores aseguran que el vapeo les ha ayudado a reducir la ansiedad o dejar el cigarrillo tradicional, los expertos insisten en que su uso genera una dependencia igual o incluso más grave. Insisten en que la mejor opción es evitar ambos productos. «Ni los cigarrillos ni los vapeadores son seguros. Cualquier forma de consumo de nicotina afecta la salud y puede generar consecuencias irreversibles», recalcan.

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Entonces, ¿es el vapeador peor que el cigarrillo?

Tanto el cigarrillo como el vapeador presentan riesgos significativos para la salud. Inhalar humo o vapor irrita las vías respiratorias, puede causar broncoconstricción, dañar el sistema cardiovascular y, en casos extremos, llevar a la muerte. 

Vapear no es un riesgo menor, ya que los líquidos utilizados contienen sustancias químicas, como nicotina y aromatizantes, que son igualmente perjudiciales. Además, en algunos casos, los líquidos pueden incluir sustancias psicoactivas aún más tóxicas. La desinformación sobre los efectos del vapeo ha favorecido su expansión, lo que resalta la necesidad urgente de mayor regulación y educación al respecto.

Aunque aún no se dispone de tanta información sobre el vapeo como sobre el cigarrillo, es probable que, con el tiempo, la percepción social del vapeador evolucione de manera similar, reconociendo que ambas prácticas son igualmente dañinas.