Tras la muerte del Papa Francisco, el cardenal Kevin Farrell lidera el Vaticano durante la Sede Vacante.
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El lunes 21 de abril de 2025, el Vaticano anunció el fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años, víctima de una neumonía bilateral. Este acontecimiento marcó el inicio de la Sede Vacante, el período en el que la Iglesia Católica queda sin pontífice hasta la elección de su sucesor. Durante este tiempo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo desde 2019, asume la administración temporal del Vaticano.
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¿Quién es Kevin Farrell?
Nacido en Dublín en 1947, Kevin Farrell fue ordenado sacerdote en 1978. Ha ocupado diversos cargos importantes dentro de la Iglesia, incluyendo obispo auxiliar en Washington D.C. y obispo de Dallas. En 2016, fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Su papel como camarlengo lo convierte en una figura clave durante la Sede Vacante, siendo responsable de verificar oficialmente la muerte del Papa, organizar el funeral y preparar el cónclave para elegir al nuevo pontífice.
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El proceso de la Sede Vacante
Tras la confirmación del fallecimiento del Papa, se activan una serie de protocolos:
- Verificación de la muerte: El camarlengo constata oficialmente el deceso del pontífice.
- Organización del funeral: Se prepara el funeral, que se celebrará entre cuatro y seis días después de la muerte.
- Convocatoria al cónclave: Se llama a los cardenales menores de 80 años para participar en el cónclave, donde se elegirá al nuevo Papa.
Durante este período, el camarlengo administra los asuntos cotidianos del Vaticano, asegurando la continuidad de las funciones esenciales de la Iglesia.
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Expectativas sobre el nuevo pontífice
Con 108 de los 135 cardenales electores designados por Francisco, se espera que el próximo Papa continúe con la línea progresista del pontificado saliente. Entre los posibles sucesores destacan Pietro Parolin, Matteo Zuppi y Luis Antonio Tagle (ElHuffPost).
También ha llamado la atención el nombre del cardenal colombiano Luis José Rueda Aparicio, actual arzobispo de Bogotá, quien ha ganado reconocimiento por su enfoque pastoral, su defensa de los derechos humanos y su cercanía con las comunidades más vulnerables. Aunque no es considerado uno de los favoritos en las quinielas vaticanas, su perfil ha empezado a sonar como una opción latinoamericana que podría continuar el legado de apertura y cercanía impulsado por el Papa Francisco.
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La Iglesia Católica se encuentra en un momento de transición, y el liderazgo de Kevin Farrell durante la Sede Vacante será crucial para garantizar una sucesión ordenada y respetuosa de las tradiciones vaticanas.
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