Señales del cuerpo antes de morir, según expertos. Foto: Pixaby

Según especialistas en cuidados paliativos, el cuerpo comienza a enviar señales entre uno y tres meses antes de que ocurra el fallecimiento.

Uno de los síntomas más reconocibles es la necesidad de descansar más, a medida que el final se aproxima, el cuerpo reduce su actividad para conservar energía, lo que lleva a la persona a dormir con mayor frecuencia y a preferir estar en cama. Esta fatiga extrema viene acompañada de una disminución en la ingesta de alimentos y líquidos, un fenómeno común en pacientes terminales.

Otra señal que han identificado los expertos es el cambio en la coloración de ciertas partes del cuerpo, como rodillas, pies y manos, que pueden adquirir tonalidades púrpuras o azul oscuro. Este fenómeno es causado por la disminución en la circulación sanguínea y es una indicación clara del deterioro físico.

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Asimismo, se ha podido determinar que en las etapas finales, la respiración puede volverse irregular, con sonidos de gorgoteo o incluso periodos largos entre respiraciones. Este cambio es un claro indicativo de que la vida está llegando a su fin.

Cabe resaltar que muchos enfermos terminales tienden a aislarse y dejan de disfrutar actividades que antes les resultaban placenteras. Este retiro emocional es parte del proceso natural de aceptar que la vida está por terminar.

En algunos casos, las personas pueden experimentar un repentino «repunte» de energía, donde parecen mejorar notablemente. Sin embargo, este fenómeno es una falsa mejoría que suele preceder la muerte por unos días.

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La enfermera Julia McFadden, especialista en cuidados paliativos, menciona que otro signo común es cuando el paciente comienza a tener visiones o conversaciones con familiares fallecidos. Según McFadden, estas visiones, lejos de ser aterradoras, ofrecen consuelo al enfermo, preparándolo para el próximo paso.

A su vez, los expertos señalan que es importante acompañar al ser querido que está a punto de fallecer, ya que estar presente, brindar apoyo emocional y comprender estas señales es fundamental tanto para el paciente como para sus familiares, puesto que permite un un final más tranquilo y menos traumático.

Detectar estos signos previos a la muerte no solo ayuda a preparar a las familias, sino que también permite un mejor manejo de los cuidados paliativos, asegurando que el paciente reciba el confort necesario durante sus últimos días.