El desierto del Sahara, uno de los lugares más áridos y hostiles del planeta, vivió un fenómeno meteorológico inesperado: Se inundó.

Sí, así como lo lees, por primera vez en décadas, intensas lluvias azotaron el sureste de Marruecos, acumulando en tan solo dos días más de la mitad de la precipitación anual de la región. 

Las imágenes capturadas desde satélites y en tierra nos muestran un Sahara diferente, donde el agua fluye entre las palmeras y los castillos de arena, y los espejos de agua reflejan las imponentes dunas que normalmente dominan el horizonte. 

Este evento sin precedentes ha dejado asombrados a los habitantes locales y a la comunidad científica, quienes observan con interés las implicaciones de este cambio climático repentino. 

Mientras algunas comunidades celebran la abundancia inesperada de agua, otras se enfrentan a los desafíos del impacto en sus infraestructuras. Este fenómeno nos alerta para reflexionar sobre cómo el cambio climático podría estar reescribiendo el futuro de nuestros paisajes más inhóspitos y cómo sus efectos podrían extenderse mucho más allá del Sahara.

¿Qué significa este evento para el desierto más grande del mundo?

Durante dos días de septiembre, la región sudeste del Sahara sufrió de lluvias torrenciales que superaron cualquier registro reciente. En localidades como Errachidia, los acumulados de lluvia fueron equivalentes a más de cuatro veces la precipitación habitual para todo el mes.

Ciudades como Merzouga, conocidas por sus dunas y el turismo del desierto, vieron aparecer lagos donde antes solo había arenas interminables. La lluvia también afectó áreas protegidas, como el Parque Nacional Iriqui, donde un lecho de lago seco durante 50 años volvió a llenarse.

Según la NASA, algunas de las regiones más afectadas recibieron hasta ocho pulgadas de lluvia, lo que equivale a un año completo de precipitación en apenas 48 horas. 

Este fenómeno ha sido descrito por meteorólogos como el resultado de un ciclón extratropical, una rara tormenta que trae consigo grandes cantidades de humedad desde el Atlántico. 

Aunque el Sahara ha experimentado lluvias en el pasado, nunca en esta cantidad ni tan tarde en el año. Este cambio climático extremo ha generado preocupación por su posible repetición, ya que el calentamiento global está alterando los patrones meteorológicos en todo el planeta. 

Las autoridades locales están trabajando para mitigar el daño causado por las inundaciones en algunas aldeas, donde se ha reportado la pérdida de más de una docena de vidas. Aun así, el evento ofrece una oportunidad única para estudiar los efectos del cambio climático en regiones desérticas.

Fotos AP a través de Aljazeera

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Fuentes de «Se inundó el desierto del Sahara»

Imágenes Pixabay | EFE | AP

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