Un médico no puede contener las lágrimas, al ver a una niña palestina de 10 años con un brazo amputado y no tener suficiente anestesia para detenerle los dolores.
Un médico no puede contener las lágrimas, al ver a una niña palestina de 10 años con un brazo amputado y no tener suficiente anestesia para detenerle los dolores.