Universidades antioqueñas investigan el uso de nanofibras del vástago del racimo del plátano y el banano para convertirlo en alimento. La nano-celulasa, como se denomina técnicamente este componente, podría resultar muy útil para la salud humana.
Universidades antioqueñas investigan el uso de nanofibras del vástago del racimo del plátano y el banano para convertirlo en alimento. La nano-celulasa, como se denomina técnicamente este componente, podría resultar muy útil para la salud humana.