Medellín, la llamada «ciudad de la eterna primavera» y los municipios del Área Metropolitana, se encuentran en una encrucijada climática desde hace algunos años. En los últimos días, las temperaturas han alcanzado máximos históricos, superando los 32 grados centígrados, algo inusual para esta época del año en que se esperaba la llegada del fenómeno de La Niña. 

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Este inesperado y desesperante calor ha desatado una ola de incomodidad entre los medellinenses, quienes ya no reconocen el clima templado que solía caracterizar la ciudad. La sensación de que el calor nunca cede, ni de día ni de noche, ha dejado a muchos preguntándose qué está ocurriendo en Medellín y en sus alrededores. 

¿Es este un efecto aislado o una advertencia de los cambios climáticos más amplios que estamos experimentando? 

El Sistema de Alertas Tempranas (Siata) ha comenzado a monitorear el fenómeno con gran detalle, ofreciendo explicaciones clave sobre los factores que están impulsando este cambio. Las temperaturas, que han superado los 32 grados centígrados en septiembre, son el resultado de varios factores. 

Aunque se preveía la llegada del fenómeno de La Niña, que normalmente traería lluvias y un descenso en las temperaturas, los expertos del Siata han observado una baja en los niveles de nubosidad en la región, lo que ha permitido una mayor radiación solar durante el día. 

Esto no solo ha aumentado las temperaturas diurnas, sino que también ha afectado las temperaturas nocturnas, que han sido más altas de lo habitual, registrando hasta 21 grados en algunas zonas, cuando el promedio suele estar en 17 grados. Según Lina Isabel Ceballos, coordinadora de Geociencia del Siata, la combinación de la baja nubosidad y el calor acumulado ha incrementado la sensación térmica, haciendo que el calor sea más persistente a lo largo del día y la noche. 

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Además, la ubicación geográfica del Valle de Aburrá y su infraestructura urbana contribuyen al fenómeno de «isla de calor», en el que el concreto y el asfalto retienen más calor. Esto agrava las condiciones en zonas cercanas al río Medellín, donde la temperatura es aún más alta. Si bien estos valores no han roto récords históricos, han igualado temperaturas que no se habían visto en la ciudad desde hace varios años. Esta situación genera preocupación, ya que se espera que las altas temperaturas continúen durante los próximos meses, posiblemente acompañadas de intensas lluvias debido a la eventual llegada de La Niña.

Expertos advierten sobre nuevas olas de calor

El aumento de temperaturas en el Valle de Aburrá están afectando significativamente la calidad de vida de sus habitantes. Las altas temperaturas diurnas y nocturnas generan incomodidad, problemas de salud, y dificultan la adaptación a un clima tan diferente al que la ciudad estaba acostumbrada. 

Esto, sumado a la posibilidad de lluvias intensas, puede aumentar el riesgo de desastres naturales como inundaciones o deslizamientos. Además, los efectos del cambio climático global y local, como la urbanización acelerada y la reducción de áreas verdes, están exacerbando el fenómeno de «isla de calor». El clima extremo no solo afecta la calidad de vida, sino que plantea retos a nivel de infraestructura y planificación urbana. 

FUENTES:

• https://www.elcolombiano.com/medellin/por-que-esta-haciendo-tanto-calor-en-medellin-CA25438875
• https://telemedellin.tv/zonas-donde-hace-mas-calor-en-medellin/688621/ 
• https://www.elcolombiano.com/medellin/el-clima-en-medellin-vendran-meses-de-mas-calor-pero-con-mas-lluvias-je24751778 
• https://www.elcolombiano.com/antioquia/calor-en-medellin-y-el-valle-de-aburra-temperaturas-mas-altas-fenomeno-del-nino-GG23610547