En la ceremonia realizada en un hotel de Medellín entregaron los restos de Abraham González Torres y Rodrigo Humberto Torres, ambos víctimas de los ‘falsos positivos’. Foto: TANoticias

Tuvieron que pasar 15 años para que las familias de Abraham González Torres y Rodrigo Humberto Torres Múnera recibieran los restos de sus seres queridos. A los dos los asesinaron miembros del Ejército y los hicieron pasar como guerrilleros ejecutados en operativos, más conocidos como falsos positivos.

La ceremonia de entrega, encabezada por el presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, se llevó a cabo en un hotel del barrio El Poblado de Medellín.

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Allí se recordó que a Abraham González Torres lo asesinaron el 11 de octubre de 2004 en zona rural de Ituango por integrantes del batallón contraguerrilla 79 “no portaba ni armas ni insignias del mencionado grupo guerrillero”.

De acuerdo con las investigaciones al hombre lo golpearon en la cabeza y le propinaron siete disparos, luego lo vistieron con prendas militares y lo reportaron como guerrillero muerto en combate.

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La historia de Rodrigo Humberto Torres Múnera, la otra víctima, la vivió en carne propia su esposa que, en ese momento, tenía su hijo en brazos.

Los militares lo sacaron a la fuerza de la vereda San Luis del corregimiento El Aro de Ituango el 8 de noviembre de 2004. Poco tiempo después lo entregaron al Bloque Mineros de las AUC que lo tuvieron en su poder durante 12 días para luego devolverlo a los soldados quienes lo asesinaron y lo hicieron pasar como un miliciano de las FARC muerto en combate.

En Bogotá también se hizo ceremonia de entrega

La Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, por otro lado, realizó la entrega de los restos de Luis Uriel Caciano Murillo, víctima de los falsos positivos en Casanare.

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El 22 de septiembre de 2006, Caciano Murillo estaba en compañía de Joel Bernal Barrera en Yopal cuando, engañados por miembros del Batallón de Infantería N° 44, los condujeron a zona rural del municipio de Maní donde los asesinaron. A ambos los presentaron como “terroristas sin identificar” de bandas emergentes del narcotráfico.