Este Domingo de Resurrección se convirtió en un domingo de pasión y paciencia para quienes regresaban del Suroeste antioqueño, pues debieron soportar filas de más de siete kilómetros para pagar el peaje Amagá y así retornar a sus destinos.
Este Domingo de Resurrección se convirtió en un domingo de pasión y paciencia para quienes regresaban del Suroeste antioqueño, pues debieron soportar filas de más de siete kilómetros para pagar el peaje Amagá y así retornar a sus destinos.