Esta edición, contó con la participación de madres olímpicas que en medio de su etapa de gestación, representaron a su país y le enviaron un mensaje de superación al mundo.
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En París 1900 fue la primera vez que las mujeres lograron participar de unas justas olímpicas, y a lo largo de la historia se han presentado casos en los que algunas atletas compiten estando embarazadas, como ha sido el caso de la sueca Marlon Westerheim que compitió en Londres 2012 con cuatro meses de embarazo y la alemana Dana Vollmer que ganó medalla de oro en natación en Río 2016 con seis meses de embarazo.
Este año en París 2024, la esgrimista egipcia Nada Hafez, de 26 años, compitió en la categoría de sable y llegó hasta octavos de final estando embarazada de siete meses.
En Instagram, compartió una publicación en la que dice: «Lo que a ti te parecen dos jugadoras en el podio, ¡en realidad eran tres! ¡Éramos yo, mi oponente y mi bebé que aún no ha llegado a este mundo!».
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La azerbaiyana Yaylagul Ramazanova, también participó de esta edición de los olímpicos estando embarazada de seis meses y medio, llegando a octavos de final en tiro con arco individual. “Sentí a mi bebé patearme antes de disparar esta última flecha. Y luego disparé un 10” dijo la deportista en París.
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Definitivamente, cada una de ellas es ejemplo de fortaleza, mujeres que le demuestran al mundo que no tienen límites y que se sienten orgullosas de demostrarle a otras madres que sí se puede.
