Cientos de migrantes tratan de romper el cerco que instaló el gobierno de Panamá para evitar el paso por el Tapón del Darién.
La pretensión del país vecino es instalar cercas de, al menos, 80 metros de longitud y 3 metros de altura en varios puntos clave para el cruce de migrantes. Ante este panorama, la Defensoría del Pueblo alertó que, producto de estos cercos, se están viendo afectadas las comunidades de Capurganá en Colombia y de Puerto Obaldía en Panamá. Se estima que unas 500 mil personas cruzan este paso fronterizo cada año en busca del sueño americano.