El aumento de la enfermedad en Medellín, indica también los avances en tecnología para su estudio. Foto: Archivo

Medellín se ha convertido en la ciudad con la mayor incidencia de tuberculosis en Colombia, según datos recientes que indican que durante el año 2023 se registraron 572 nuevos casos en la capital antioqueña.

Este aumento, que supera el 20% en comparación con el año anterior, ha generado preocupación entre las autoridades de salud y los expertos en epidemiología.

Investigadores de la Universidad de Antioquia han señalado que, aunque la cantidad de enfermos ha crecido, este fenómeno también se debe a la existencia de un sistema de diagnóstico más eficiente en Medellín, en comparación con otras ciudades del país.

La capacidad para identificar la enfermedad de manera más precisa permite que se reporten más casos, lo que puede dar la impresión de que la tuberculosis es más prevalente en la ciudad.

“Existen varias cepas de la bacteria que causan la enfermedad, y algunas de ellas son más agresivas y se transmiten con mayor facilidad”, afirmó Juan Fernando Alzate, director del Centro Genómica de la Universidad de Antioquia.

Gracias a los avances en genómica, los especialistas pueden obtener un “fotografía de alta resolución” de las cepas de la bacteria de la tuberculosis. Esto no solo facilita el diagnóstico, sino que también permite prever cómo podría evolucionar la enfermedad en un paciente.

“Podemos predecir si una persona desarrollará una forma grave de la enfermedad en meses, antes de que los síntomas se agraven”, explicó Alzate.

Las autoridades de salud pública están trabajando en múltiples frentes para controlar la propagación de la tuberculosis. Esto incluye campañas para educar a la población sobre los síntomas de la enfermedad, así como la importancia de buscar atención médica temprana.

Además, se están fortaleciendo los servicios de salud para garantizar que todos los pacientes reciban el tratamiento adecuado.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los pulmones, aunque también puede impactar otras partes del cuerpo. Los síntomas más comunes incluyen tos persistente, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. Si no se trata adecuadamente, puede ser mortal, lo que subraya la importancia de la detección y el tratamiento a tiempo.