Lo que parecía una simple charla, terminó en un gran reencuentro que le devolvió la esperanza a esta familia.
Doña María Pacheco y Andrés Pacheco al reencontrarse después de 20 años. Imagen tomada de Noticias Caracol.
La historia de Andrés Leonardo Pacheco y su madre, es realmente conmovedora. Fueron años sin verse y sin poderse abrazar, pero siempre con la esperanza de volverse a mirar a los ojos. Cúcuta es el epicentro de este hecho que, a pesar de su largo desenlace, tiene un final feliz.
Andrés perdió contacto con su madre María Pacheco cuando tenía 12 años, por cosas de la vida, esta familia se desintegró hasta el punto de no saber del paradero de madre e hijo. Pasaron 20 años para que este inesperado reencuentro se diera de la manera más sorpresiva. En una entrevista realizada por Noticias Caracol, Andrés contó que su padre se lo llevó para Venezuela y hace aproximadamente 5 años volvió a Cúcuta; desde ese momento, comenzó la intensa búsqueda de doña María.
Los días de Andrés no eran los mismos sin saber de su madre y, aunque él tenía que seguir viviendo su vida para poderse ganar el diario vivir, nunca desfalleció y entregó todo de sí para encontrarla. Lo que no esperaba el hombre, es que su madre fuera habitante en condición de calle.
La historia del reencuentro
Doña María Pacheco López fue vista en el Parque Lineal de Cúcuta y en la nota realizada por Noticias Caracol, Andrés contó que “ayer de casualidad un muchacho me pidió unos cigarros y yo se los di, y molestando, él me dijo ´ay, mire, ahí está su mamá´”, desde ese momento, se vio una luz de esperanza, porque lo que comenzó como una charla, terminó en un emotivo y esperado encuentro que tardó dos décadas en suceder.
Imagen tomada de Noticias Caracol
El 12 de noviembre de 2024 quedará en la memoria de Andrés, pues en compañía de la Policía, el equipo médico, fundaciones y conocidos, doña María fue atendida y acompañada en todo este proceso. Debido al deterioro de salud de la mujer por las condiciones en las que vivió durante estos años, fue atendida en el hospital y le realizaron todos los chequeos pertinentes. Su transformación es notable y Andrés no puede ocultar la felicidad de poder volver a compartir con su madre y de darle fin a esta pesadilla.
Sin duda, es la mejor forma de terminar este año y volver a vivir momentos inolvidables que en algún momento parecían imposibles.