Descubre la relación entre el cáncer y el metabolismo, y cómo la dieta cetogénica puede jugar un papel en la prevención y tratamiento del cáncer.

La búsqueda de métodos para prevenir y tratar el cáncer ha llevado a muchos investigadores a explorar diferentes enfoques dietéticos. Foto: Centro médico ABC

¿Qué tiene que ver el cáncer con el metabolismo?

El cáncer está intrínsecamente relacionado con el metabolismo celular. Las células cancerosas tienen una alta demanda de energía para soportar su rápido crecimiento y multiplicación. A diferencia de las células normales, muchas células cancerosas dependen en gran medida de la glucosa para obtener energía, un fenómeno conocido como el efecto Warburg . Este conocimiento ha llevado a explorar dietas que puedan «morir de hambre» a las células cancerosas al limitar su suministro de glucosa.

¿Qué es la dieta cetogénica?

La dieta cetogénica es un régimen alimenticio bajo en carbohidratos y alto en grasas. Su objetivo principal es inducir un estado metabólico llamado cetosis, donde el cuerpo quema grasa en lugar de carbohidratos para obtener energía. En una dieta cetogénica, el consumo de carbohidratos se reduce a un mínimo, mientras que se incrementa la ingesta de grasas y la ingesta de proteínas es moderada. 

Dieta cetogénica y su relación con el cáncer:

Investigaciones preliminares sugieren que la dieta cetogénica podría tener efectos beneficiosos en el tratamiento del cáncer. Estudios en animales y algunos ensayos clínicos en humanos han mostrado que esta dieta puede ralentizar el crecimiento de ciertos tipos de cáncer y aumentar la eficacia de las terapias convencionales como la quimioterapia y la radioterapia . Sin embargo, es importante señalar que esta es un área de investigación emergente y no todas las formas de cáncer responden de la misma manera a la dieta cetogénica.

Principales ingredientes de la dieta cetogénica:

Los principales ingredientes de la dieta cetogénica incluyen alimentos ricos en grasas saludables y proteínas. Entre ellos se encuentran el aguacate, el aceite de coco, el aceite de oliva, las nueces y semillas, y las carnes y pescados grasos. También se permiten los vegetales bajos en carbohidratos como las espinacas, el brócoli y la coliflor. Los productos lácteos altos en grasa como el queso y la crema también son comunes en esta dieta. La clave es evitar alimentos altos en carbohidratos como pan, pasta, arroz, y la mayoría de las frutas.

Recomendación para incluir esta dieta:

Si estás considerando la dieta cetogénica como una estrategia complementaria para la prevención o el tratamiento del cáncer, es crucial hacerlo bajo la supervisión de un profesional de la salud. No todas las personas son candidatas ideales para esta dieta, y su implementación puede requerir ajustes personalizados. Además, se debe tener en cuenta que la dieta cetogénica no es una cura milagrosa y debe ser parte de un enfoque integral que incluya otras formas de tratamiento médico y cambios en el estilo de vida.