Transportadores advierten sobre el caos en la movilidad en tramos clave y temen mayor colapso en el mes de diciembre. Piden acciones inmediatas en obras atrasadas.
Vías alternas a la principal no se encuentran en condiciones aptas ni son adecuadas para el transito de vehículos de carga. Foto: Archivo
Los gremios de transporte de carga y pasajeros han encendido las alarmas sobre el deterioro y los retrasos en las obras de la vía Medellín-Costa Atlántica, una de las rutas más importantes para la movilidad en el departamento de Antioquia y regiones vecinas.
Los tramos en malas condiciones y los desvíos insuficientes generan graves demoras que afectan el transporte de mercancías y pasajeros, especialmente en municipios como Remedios, Segovia y Yarumal.
El punto más crítico se ubica en un tramo de 300 metros en jurisdicción de Yarumal, cuya intervención se ha extendido mucho más de lo previsto. Lo que obliga a conductores a tomar rutas alternas hacia municipios vecinos, como Remedios, donde las vías municipales no tienen capacidad para soportar el volumen de tráfico actual.
La situación es particularmente preocupante pues esta arteria vial conecta a Antioquia con la región Caribe, siendo un corredor estratégico para el comercio.
«Una de las problemáticas recurrentes consiste en que los vehículos de carga que transitan por esta ruta se desvían hacia una vía municipal en el municipio de Remedios, lo que está generando un colapso en esta vía secundaria», expresó Juan Pablo Acosta, Director Ejecutivo de Utrans.
Según otros representantes del sector, las demoras en la vía principal están generando múltiples inconvenientes como el colapso de vías alternas, ya que los desvíos habilitados no cuentan con la infraestructura adecuada, lo que provoca atascos, accidentes y demoras adicionales.
Además, otros tramos hacia la subregión de Urabá presentan condiciones precarias, especialmente entre Arboletes y Montería, donde la infraestructura no es suficiente para soportar el flujo vehicular. Estas deficiencias han derivado en retrasos significativos que impactan tanto la logística de carga como el tránsito de pasajeros, lo que dificulta aún más la movilidad en la región.
Con la temporada de fin de año, los gremios advierten que el volumen de tráfico podría empeorar aún más la situación y seguro aumentarán los costos operativos y el riesgo de accidentes.