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En 2004, la junta directiva de Independiente Medellín decidió darle la oportunidad a Pedro Sarmiento, después de dos derrotas y dos empates para el equipo que dirigía, hasta entonces, Jaime ‘el flaco’ Rodríguez. Sarmiento llegó con buenos antecedentes, pues había sido asistente técnico de Victor Luna en 2002, cuando el equipo antioqueño volvió a alzar el título de la Liga Colombiana después de 45 años. 

Su debut fue precisamente en un clásico, donde fue derrotado. Sin embargo, a partir de la décima fecha, Medellín recompuso el rumbo y empezó a edificar lo que sería un año de ensueño: seis victorias consecutivas iniciaron con la consecución de para los que muchos consideran el título más importante de la historia en sus 110 años. 

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El ‘rojo paisa’, clasificó en sexta posición y conformó el cuadrangular B con Once Caldas, Deportivo Cali y Chicó: al onceno blanco lo derrotó en los dos compromisos, ganó y empató frente al azucarero y perdió los dos restantes ante Chicó. Finalmente, la escuadra orientada por Sarmiento llegó a la final, el ganador del otro cuadrangular fue su rival de patio, Atlético Nacional. Ese año se disputó la primera y única final antioqueña que se ha dado en el fútbol profesional colombiano. 

El 24 de junio de 2004 se llevó a cabo la final de ida finalizó 2-1: Jorge Horacio Serna y Rafael Castillo marcaron para Medellín y Edixon Perea marcó el descuento para el ‘verdolaga’, la plantilla azul y roja fue oficio de local aquel día con más de 48.000 personas en el estadio Atanasio Girardot.  En el partido de vuelta, tres días después, el orden defensivo primó y el equipo de Serna, Morantes, David González y Pedro Sarmiento, se proclamó campeón. 

Desde el 2001, Medellín no lograba salir victorioso en un clásico y lo logró en el duelo más importante. Pasaron seis encuentros con cuatro derrotas y dos empates antes de aquella final.