‘La Tricolor’ se quedó con el título de la primera edición del Mundial de Fútbol en esta modalidad. Después de empatar 1-1 con Estados Unidos, e irse a la serie de los penaltis ganaron 2-1.

Ellas son ejemplo de que los límites no existen, la pasión y la disciplina abren puertas y permiten alcanzar y tocar la gloria. Cortesía foto: @fcf_amputados

Ellas son ejemplo de que los límites no existen, la pasión y la disciplina abren puertas y permiten alcanzar y tocar la gloria.   Cortesía foto: @fcf_amputados

En el Romelio Martínez de Barranquilla hubo celebración. Colombia por primera vez levantó el trofeo de campeona del Mundial Femenino de Amputadas. A la final llegaron invictas tras ganarle 1-0 a Polonia, 4-0 a Brasil, 4-0 a Perú y 1-0 a Kenia. 

 

En el último partido, ante las norteamericanas, no la tuvieron fácil. Comenzaron perdiendo, pero lograron igualar el marcador, al minuto 33’, gracias a Jennifer Coronado. Se fueron a la tanda de los penaltis, en los que hubo nerviosismo. Con determinación los sortearon y los cerraron 2-1 a favor de las locales que hicieron respetar la casa dejando el título.

 

Pero más allá del premio, detrás de las 13 jugadoras hay historias inspiradoras, de superación, esfuerzo, trabajo en equipo y por supuesto de mucho talento,  Emily Clavel, arquera de la Selección es muestra de ello.  

Nació en Caracas, Venezuela hace 35 años. Además de ser la guardiana del arco tricolor, es campeona del Ironman, ha corrido 7, triatleta, contadora con maestría, conferencista, emprendedora y sobreviviente de cáncer. Fiel creyente de Dios, en quien depositó toda su confianza para salir victoriosa en la final ante Estados Unidos, de 5 cobros atajó 3. 

Desde los 2 meses de nacida le descubrieron un cáncer agresivo llamado fibrosarcoma congénito, por lo que perdió su brazo izquierdo. Pero Emily estaba llamada a ser grande y como ella lo dice “hay que tener fe para caminar, y en el propósito de Dios todas las cosas son perfectas”. Con esa fe y esa tenacidad estudió, se convirtió en atleta de alto rendimiento y en una mujer inspiradora.

Para ser arquera además de seguridad, determinación y disciplina, “la característica es que les debe faltar un miembro superior, o una parte del brazo, y si le falta una parte de la muñeca o el codo tiene que amarrarla hacia adentro y tapar con una sola”. explicó el entrenador Alfonso Visbal.  

Sacó un permiso especial para hacer parte de la Selección Colombia y defender sus colores en el primer mundial femenino de esta modalidad. Su arco estuvo invicto hasta la final, en la que recibió un gol en el tiempo reglamentario y se lució en los cobros desde los 12 pasos, le convirtieron uno y atajó 3. 

Una vez más, las mujeres colombianas haciendo historia en el fútbol mundial.

 

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