El Senado aprueba la Ley Ángel, que endurece sanciones por maltrato animal. La discusión final se traslada a la Cámara de Representantes.
En un avance significativo hacia la protección de los derechos de los animales en Colombia, el Senado ha aprobado la Ley Ángel, un proyecto que reformula y endurece las sanciones contra el maltrato animal en el país. Este paso legislativo es considerado un hecho sin precedentes, ya que busca no solo actualizar el actual estatuto de protección animal, sino también ofrecer herramientas más efectivas para la prevención y sanción de conductas abusivas hacia los animales.
La Ley Ángel surge en un momento crítico, donde la conciencia social sobre el bienestar animal está en aumento. Se estima que el 41% de las personas condenadas por delitos violentos tienen antecedentes de maltrato animal, lo que subraya la necesidad de un enfoque legal más estricto. Este nuevo marco normativo establece un conjunto de medidas que buscan no solo sancionar, sino también educar a la población sobre la importancia de tratar a los animales con respeto y dignidad.
Uno de los cambios más destacados que introduce la Ley Ángel es el incremento en las sanciones para quienes cometan actos de maltrato animal. Las penas se endurecen de manera considerable y se prohíben los beneficios penales para aquellos condenados por abusos sexuales contra animales. Además, se establece un periodo de 6 a 7 años durante el cual los condenados no podrán poseer animales.
Este enfoque no solo busca castigar a los infractores, sino también prevenir futuros delitos. La ley también contempla la creación de una ruta nacional de atención para facilitar la denuncia de actos de maltrato, así como la habilitación de la policía para que ingrese a domicilios cuando existan evidencias de violencia grave contra un animal.
Un aspecto fundamental de la Ley Ángel es su componente de sensibilización ciudadana. Se implementarán campañas educativas que buscan prevenir el maltrato y fomentar una cultura de respeto hacia los animales. El proyecto también exige que jueces, fiscales e inspectores de policía reciban formación continua en temas relacionados con el bienestar animal. Esta capacitación es esencial para asegurar que las denuncias sean manejadas con el rigor y la sensibilidad que requieren.
Tras la aprobación en el Senado, la Ley Ángel se dirige ahora a la Cámara de Representantes, donde se llevará a cabo una discusión final. Esta fase es crucial, ya que cualquier modificación o rechazo podría afectar la implementación de las reformas propuestas. El camino hacia la aprobación definitiva de la ley será monitoreado de cerca por activistas y defensores de los derechos de los animales, quienes han trabajado arduamente para lograr este avance legislativo.