Foto de: Alcaldía de Medellín.

Atrayendo a visitantes de todo el mundo con su encanto floral único y su rica historia, este evento anual, que tiene lugar en agosto, no solo celebra la exuberante diversidad de flores que adornan los paisajes montañosos de Antioquia, sino que también rinde homenaje al espíritu emprendedor y comunitario de su gente.

La historia de la Feria de las Flores se remonta a 1957, cuando un grupo de floricultores decidió organizar un desfile para exhibir las flores cultivadas en la región. Lo que comenzó como una modesta celebración local ha evolucionado hasta convertirse en un festival de renombre internacional, que atrae a más de dos millones de visitantes cada año.

Uno de los eventos más emblemáticos de la feria es el desfile de silleteros, donde los agricultores locales, conocidos como silleteros, llevan sobre sus espaldas arreglos florales elaborados, tradicionalmente en forma de silleta, una especie de silla que históricamente se usaba para transportar personas y mercancías por terrenos montañosos. Este desfile no solo es una exhibición impresionante de habilidades artesanales y creatividad floral, sino también una oportunidad para preservar y transmitir las tradiciones ancestrales de la región.

Además de los desfiles, la Feria de las Flores ofrece una amplia gama de eventos culturales y artísticos, incluyendo conciertos, exposiciones de arte, ferias gastronómicas y actividades familiares. La ciudad de Medellín se transforma en un espectáculo de color y alegría durante estos días, donde la comunidad se une para celebrar su identidad y orgullo antioqueño.

A lo largo de los años, la Feria de las Flores ha crecido y se ha adaptado, pero siempre ha mantenido su esencia como un tributo a la belleza natural de Antioquia y a la pasión de su gente por las flores. Es un evento que no solo celebra la naturaleza y la cultura, sino que también fortalece los lazos comunitarios y promueve el turismo sostenible en la región.

En resumen, la Feria de las Flores de Medellín no es solo un evento anual, sino un símbolo duradero de la tradición, la creatividad y el espíritu acogedor de Antioquia, que continúa cautivando corazones y mentes en todo el mundo, año tras año.