La cuota inicial no es un obstáculo para estrenar vivienda nueva, podría decirse que es más un mito, ya que, en sí, la cuota inicial para convertirse en propietario es, en realidad, aprender a manejar las finanzas personales. Aquí les damos algunos consejos.
Las personas creen que para comprar una vivienda necesitan mucho dinero o ser acaudaladas, más cuando hay una cuota inicial de por medio, pero esto es una creencia que se aleja de la realidad y que usualmente ha sido propagada por personas que nunca han adquirido un inmueble.
Y si la intención es comprar una vivienda nueva, el primer paso es informarse bien, ya que de entrada no es ahorrar, sino usar eficazmente los recursos disponibles para decidir entre comprar o invertir sobre planos.
Si ya tiene el ahorro, la mejor opción es adquirir una vivienda construida y lista para habitar, para obtener rentabilidad inmediata. Si no, la alianza con una constructora es la solución, si lo proyectado es comprar sobre planos.
Pero si apenas se va a comenzar a ahorrar, hay que tener en cuenta que, si el plan es comprar una vivienda, se podría requerir de dos o tres años para reunir la cuota inicial, y al culminar en ese periodo, el valor de la propiedad, habrá aumentado.
El segundo momento es ya. Si se dilata la decisión, se pierde la oportunidad de capitalizar y ganar valorización.
Por último, la deuda sana es clave para evitar que la compra de vivienda se convierta en un dolor de cabeza.
Con un buen análisis de mercado es posible que el comprador solo tenga que pagar la cuota inicial y un inquilino la cuota del crédito, además del incremento por la inflación.