La pandemia, la falta de espectadores, los altos costos en los arriendos, el déficit financiero y la falta de espacios de diálogo entre los grupos y la administración, entre otros problemas, han ocasionado el cierre de algunas de las salas. Aun así, varios se han unido y se resisten a bajar el telón, apagar las luces y descender de las tablas