El Tribunal Superior de Medellín condenó a más de 10 años de cárcel, por el delito de homicidio, a una persona fallecida. El tema evidencia un desgaste innecesario de la Rama Judicial.

Se trata de una sentencia de 10 años y 3 meses proferida a finales de diciembre de 2024 contra Juan Fernando Acevedo Muñoz, alias Orejas, quien habría asesinado a un habitante de calle rociándole alcohol y prendiéndole fuego. Sin embargo, Teleantioquia Noticias pudo confirmar que esta persona falleció desde el 2 de agosto de 2024.

La condena que llegó tarde

“Llega el momento en donde hay que proferir una sentencia, si en este caso es condenatoria, imagínese, están profiriendo una condena contra alguien que ya falleció. Uno lo que realmente creería que pudiera hacerse frente a esta situación, es que realmente se verifiquen los datos por parte de la Fiscalía, por parte de la defensa, porque suele suceder que cuando la persona no es privada de la libertad y cuando se le está iniciando una acción penal, muchas veces no dan datos fidedignos”: explicó Roberto Mira Restrepo, abogado defensor público.

En este proceso, en primera instancia, alias Orejas había sido absuelto. Sin embargo, el fallo en segunda instancia, emitido hace algunos días, determinó que Acevedo debía cumplir una condena. Dado que el proceso se llevaba a cabo sin privación de la libertad, este hombre no estaba obligado a presentarse en las audiencias.

¿Falta de coordinación?

“Es un gran desgaste a la administración de justicia. En este momento las audiencias se están programando casi en todos los despachos judiciales a 6 u 8 meses, imagínese programar una audiencia para que luego se prefiera la sentencia o alegatos de conclusión, todo lo que implica un juicio y la persona fallecida, entonces mire la importancia de corroborar esos datos”: puntualizó Restrepo.

Expertos señalan que este hecho evidencia la falta de un cruce de datos actualizados entre la Fiscalía y los juzgados, lo que genera reprocesos y desgaste del sistema judicial en muchos casos, mientras cientos de personas continúan esperando la resolución de diversos procesos penales.