Dos niños indígenas gemelos fueron dados en adopción en Antioquia sin el conocimiento y mucho menos consentimiento de sus padres. Los padres demandaron el hecho por considerarlo irregular y la Corte Suprema de Justicia falló a su favor y ordenó el reintegro de los menores a su hogar.
La decisión de la Corte Suprema de Justicia busca respaldar la protección de los derechos de 2 menores de edad pertenecientes a la comunidad indígena Emberá Katío. Los infantes fueron declarados en adoptabilidad sin escuchar a sus padres ni a la autoridad tradicional de la etnia. Es decir, hubo faltas graves en el proceso de adopción. Aún se adelanta el proceso de custodia de sus padres.
No deje de leer: ¿Quién es el cabecilla de la Mara Salvatrucha capturado en Rionegro y qué iba hacer en Antioquia?
«Los niños fueron dejados en Medellín bajo protección del ICBF por sus especiales condiciones de salud, mientras el resto de la familia retornaba junto con un grupo a su territorio ancestral, como parte de un ejercicio de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, la Alcaldía de Medellín, el ICBF, entre otras autoridades», señaló el alto tribunal en el fallo de última instancia.
Los demandados por el proceso de adopción de 2 bebés
La demanda fue instaurada por la Defensoría del Pueblo Regional Antioquia, con el propósito de dejar sin efecto el proceso de adoptabilidad. Esta situación fue acogida en el fallo de la Corte. La demanda fue contra el Juzgado Segundo de Familia de Bello, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la defensora de Familia del Centro Zonal Aburrá Norte, los gobernadores de la comunidad indígena y del Cabildo Mayor, la Notaría Sexta de Medellín y el agente del Ministerio Público adscrito al juzgado accionado.
«En el proceso no se tuvo en cuenta la barrera lingüística de los progenitores de los menores, quienes luego de permanecer 2 años en la ciudad de Medellín, en condición de vulnerabilidad, se trasladaron a un territorio alejado sin energía. Allí no tenían señal de celular, sin computadores. Se fueron con la tarea de levantar su casa, sembrar alimento, de levantar gallinas y cerdos. Se fueron con la esperanza de tener todo listo para cuando sus hijos llegaran al territorio», añadió el máximo tribunal colombiano.
Los menores pertenecen a un resguardo indígena ubicado en Bagadó, Chocó, y llegaron a Medellín cuando su madre estaba en estado de gestación. La familia vivió por 2 años en un inquilinatos de la capital antioqueña. El 23 de mayo de 2023 los padres regresaron a territorio chocoano. Ellos volvieron 2 meses después a la capital antioqueña y se encontraron con la noticia de que sus hijos habían sido adoptados.