La serie ‘Adolescencia’ ha puesto sobre la mesa el término: ‘Incel’. Pero, ¿Qué significa realmente y por qué es importante entenderlo?
Netflix ha vuelto a sorprender a su audiencia con Adolescencia, una miniserie de cuatro episodios dirigida por Philip Barantini y escrita por Jack Thorne. Con una impresionante calificación del 98% en Rotten Tomatoes, la serie no solo cautiva con su intensa narrativa, sino que también aborda temas como la masculinidad tóxica, el machismo, el acoso escolar, la violencia de género y la cultura incel.
La historia sigue a Jamie Miller, un adolescente de 13 años acusado de asesinar a una compañera de escuela. A medida que se profundiza en su vida y entorno, surge un término clave que ayuda a comprender su psicología: Incel.
¿Qué significa ser un ‘Incel’?: una ideología basada en el odio
El término ‘Incel’ —abreviación de involuntary celibate (célibe involuntario)— fue creado en los años 90’s por una mujer que buscaba describir la experiencia de personas que, a pesar de querer relaciones románticas o sexuales, no podían tenerlas. Sin embargo, con el tiempo, esta etiqueta fue adoptada por comunidades en línea que la transformaron en una ideología misógina y peligrosa.
Los Incels creen que la sociedad, especialmente las mujeres, los ha condenado a la soledad por no cumplir con ciertos estándares de atractivo físico. En sus comunidades, culpan a las mujeres de su falta de éxito romántico y promueven discursos de odio que pueden llegar a justificar la violencia.
Jack Thorne y la importancia de abordar este fenómeno
La serie Adolescencia se suma al debate sobre la cultura Incel, mostrando cómo la combinación de aislamiento social, frustración y creencias extremas puede influir en el comportamiento de los jóvenes.
De acuerdo con la revista Ohlala, Jack Thorne, cocreador de la serie, explicó que fue su colega Mariella Johnson quien lo motivó a investigar este tema. En un inicio, ni él ni su equipo planeaban abordar la manósfera (conjunto de espacios digitales donde diversos grupos de hombres comparten discursos antifeministas y de supremacía masculina), pero al profundizar en la historia se dieron cuenta de la relevancia de incluir este elemento.
“La idea de que el 80% de las mujeres se sienten atraídas por solo el 20% de los hombres es algo que, de adolescente, probablemente habría aceptado sin cuestionarlo”, comentó. Esta idea se convierte en un punto central de la serie, pues plantea una pregunta inquietante: “Si crees en esta lógica, ¿hasta qué punto estás dispuesto a manipular, dañar o incluso ejercer violencia para cambiar esa realidad?” Según el guionista, una vez que alguien adopta la primera parte de esta creencia, justificar acciones extremas se vuelve mucho más fácil.
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El impacto en el desarrollo de los jóvenes
Adolescencia nos enfrenta a una realidad preocupante: cómo los discursos de odio y las ideologías extremas pueden moldear la mente de los adolescentes. En una era dominada por la digitalización, muchos jóvenes en búsqueda de identidad y validación pueden verse atraídos por comunidades que refuerzan su frustración en lugar de ayudarlos a gestionar sus emociones de manera saludable.
La serie nos invita a reflexionar sobre el papel de la educación emocional y digital en la prevención de estos fenómenos. El incremento de la manósfera y su influencia en la juventud no puede ser ignorada, pues el impacto de estas creencias va más allá de la ficción y tiene consecuencias tangibles en la sociedad actual.