En un operativo conjunto, el Ejército y la Policía interceptaron un arsenal que iba a ser entregado a la subestructura del Clan del Golfo en Urabá.
En un golpe significativo a la estructura armada del Clan del Golfo, el Ejército y la Policía Nacional de Colombia incautaron 10 fusiles de alto calibre en el corregimiento de San Sebastián de Palmitas, en el sur de Medellín. El arsenal, que se encontraba oculto en dos vehículos, iba a ser transportado hacia la subregión de Urabá, un área estratégica controlada por la organización criminal. El hallazgo, realizado durante un puesto de control, se considera una de las mayores incautaciones de armamento en la zona en los últimos meses.
El operativo tuvo lugar el pasado martes por la mañana, cuando unidades del Batallón de Policía Militar N°4, con el apoyo de la Policía Judicial (DIJIN), montaron un dispositivo de seguridad sobre la vía que conecta Medellín con Urabá. Según las autoridades, la operación fue el resultado de una alerta sobre una posible movilización de material bélico destinado a las estructuras del Clan del Golfo, específicamente a la subestructura «Carlos Vázquez», que opera en la región de Urabá.
A pesar de que los ocupantes de los vehículos intentaron huir al ser interceptados, el despliegue de las fuerzas de seguridad permitió la incautación de las armas antes de que pudieran ser entregadas a los miembros del Clan del Golfo. Los fusiles, escondidos en dos grandes mochilas, fueron hallados en un registro minucioso realizado por las autoridades en los vehículos, y su valor total fue estimado en aproximadamente 250 millones de pesos.
Los 10 fusiles incautados incluyen cuatro fusiles R4 calibre 5.56 mm, conocidos por su capacidad de disparar en modo automático y semiautomático, con una cadencia de fuego que puede alcanzar hasta 850 disparos por minuto. Estos fusiles tienen un alcance efectivo de aproximadamente 400 metros y son ideales para enfrentamientos en campo abierto. Además, se encontraron seis fusiles R1 calibre 7.62 mm, utilizados principalmente en combates urbanos debido a su maniobrabilidad y potencia de fuego.
Según las investigaciones iniciales, estas armas estaban destinadas a fortalecer el poder de fuego del Clan del Golfo, un grupo criminal liderado por De Jesús Villa Díaz, conocido como «El Chiquito Malo». Esta organización, que mantiene una presencia activa en varias regiones del país, está vinculada a actividades como el narcotráfico, la extorsión y el desplazamiento forzado de comunidades. La subestructura «Carlos Vázquez» del Clan del Golfo, que opera en Urabá, es una de las más peligrosas y activas, y ha sido responsable de varios enfrentamientos con las autoridades en la zona.
El Clan del Golfo es considerado uno de los grupos armados ilegales más poderosos de Colombia, y su influencia se extiende principalmente en las regiones de Antioquia, Chocó, Córdoba y Urabá. Su principal fuente de ingresos proviene del narcotráfico, pero también se dedica a actividades como la minería ilegal, la extorsión y el secuestro.
Este golpe al Clan del Golfo llega en un momento clave en la lucha contra el crimen organizado en Colombia, que sigue siendo uno de los mayores desafíos para las autoridades del país. El gobierno ha intensificado los operativos en varias regiones afectadas por la presencia de grupos criminales, y la incautación de armas de este calibre representa un avance importante en la lucha por debilitar a estos grupos armados.
A pesar de la incautación de las armas, los ocupantes de los vehículos lograron huir antes de ser capturados. Las autoridades han iniciado una investigación para identificar a los responsables de este intento de entrega de armamento y establecer la posible ruta de transporte utilizada para llevar las armas desde Medellín hacia Urabá. Se sospecha que los fusiles podrían haber sido adquiridos a través del mercado negro de armas, donde circulan productos de origen ilícito provenientes de diversas fuentes.