La JEP halló responsable de crímenes de guerra por toma de rehenes, homicidios, atentados a la dignidad personal y tratos crueles e inhumanos, al bloque noroccidental de las extintas Farc-EP, que actuaba con intensidad en Antioquia. También se les imputa desapariciones forzadas y violencia sexual.
La magistrada Julieta Lemaitre, informó que, según la investigación, el bloque noroccidental fue el responsable de más de 300 secuestros, entre ellos, los del excongresista Óscar Tulio Lizcano, el secuestro y asesinato del gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria y el consejero de paz, Gilberto Echeverri. Llegó a tener 3.141 combatientes y 923 milicianos.
La magistrada de la JEP, Julieta Lemaitre, señaló que: “Estos siete comparecientes están llamados a reconocer responsabilidad, tanto por las ordenes que dieron de cometer secuestros y asesinatos, como por omitir el control de la tropa, que de manera reiterada dio malos tratos a las personas cautivas. Se trata de crímenes que, por su gravedad, no pueden recibir amnistía”.
El bloque noroccidental tuvo nueve frentes rurales y el Aurelio Rodríguez, ubicados en todas las regiones de Antioquia, el norte de Chocó, el sur de Córdoba, Risaralda y Caldas. Contaba, además, con el único frente urbano que operaba en Medellín y el Oriente antioqueño.
“Tuvo sus raíces en una comisión de 20 combatientes de las Farc-EP, que llegaron al Urabá desde el Magdalena Medio en 1971”: añadió Lemaitre.
Era tanto el impacto de este bloque, que llegó a realizar el 25 % del total de los secuestrados en la década de los 90. En estas versiones participaron 211 víctimas a través de sus abogados.