Las comunidades vecinas a las quebradas del Valle de Aburrá se encuentran en alerta ante la llegada de la temporada de lluvias. Este fenómeno, que históricamente ha provocado desbordamientos y deslizamientos, mantiene a las autoridades en vigilancia permanente.
Aunque el nivel de las quebradas depende de la cantidad de lluvias que se registren durante los eventos de precipitación, debido al histórico registrado, el Sistema de Alertas Tempranas tiene identificado los puntos de mayor riesgo.
“La quebrada Doña María que está tanto en el municipio de Medellín, como en el municipio de Itagüí. Ahí tenemos comunidades, tenemos otros puntos como la quebrada La Presidenta, que también aumenta su nivel repentinamente. En el Occidente de Medellín tenemos la quebrada La Picacha, la quebrada La Altavista, un poco al norte del Valle tenemos en Bello las quebradas La Loca, El Hato que también nos generan emergencias. Estoy hablando de las que típicamente más activaciones de alarmas tenemos. El llamado es a estar pendiente”: Lina Ceballos, coordinadora de Geociencias del Siata.
Las más de 4.200 quebradas son especialmente vulnerables debido a la sedimentación, contaminación y obstrucciones causadas por residuos.
“Resaltamos mucho que, tanto para octubre como para noviembre, lo que esperamos es temporada de lluvias cercana a lo normal o un poco alta para noviembre, inclusive diciembre”: añadió Ceballos.
Aunque las autoridades han intensificado las labores de limpieza y mantenimiento en las zonas de mayor riesgo, es importante hacer un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia, sobre todo a aquellas comunidades que habitan en las laderas de ríos y quebradas.