Tomado de El Heraldo.

En las calles de Medellín y otras ciudades de Colombia, un fenómeno crece en las sombras, atrapando a miles de personas en un ciclo de deudas impagables. Se trata del «gota a gota» o «paga diario», un sistema de préstamos ilegales que, aunque parece ofrecer soluciones rápidas a quienes no tienen acceso a la banca tradicional, termina convirtiéndose en una pesadilla.

Este modelo de financiamiento, que expertos vinculan con redes del narcotráfico y lavado de dinero, opera en la delgada línea de la ilegalidad y se ha expandido a Ecuador y Perú, luego, a Argentina y Chile, más tarde a Bolivia, Panamá y, por último, Centroamérica. Su fácil acceso y la falta de garantías formales lo hacen atractivo para quienes enfrentan dificultades económicas, pero la realidad para los deudores suele ser aterradora.

Las organizaciones criminales utilizan este negocio, principalmente, para blanquear dinero, a costa de maltratar la dignidad de las personas. Y debido al restringido acceso que la gran mayoría de personas tienen a los créditos bancarios se sostiene el negocio. 

Una trampa sin salida

Marcela era una mujer organizada y carismática, con una vida estable y un empleo en el área contable de una empresa en Medellín. Sin embargo, hace seis meses su vida dio un giro inesperado. Tras perder su trabajo y encontrarse en una situación económica apremiante, tomó una decisión que cambiaría su destino: acceder a un préstamo de gota a gota. Lo que comenzó como una solución rápida se convirtió en una pesadilla de amenazas, intereses impagables y un temor constante por su vida.

Lo que en principio parecía una salida fácil para ayudar a una amiga, se transformó en una deuda que crece sin control. «Era un préstamo para otra persona, pero cuando ella desapareció, los cobradores vinieron tras mí», explica. Cuatro prestamistas distintos la acorralaron con cifras desorbitadas, intereses del 20% y cargos por mora diarios. En pocos meses, los tres millones que logró pagar se convirtieron nuevamente en seis.

La práctica del gota a gota se basa en intereses altísimos. Si el deudor se atrasa, la suma se incrementa aún más y los cobradores recurren a amenazas, intimidaciones y, en casos extremos, agresiones físicas. «Algunas noches siento que no puedo más, que todo es demasiado», confiesa Marcela, quien incluso ha considerado atentar contra su vida.

El caso de Marcela no es aislado. Según un estudio del Banco de la República, el 30% de los colombianos ha recurrido en algún momento a préstamos ilegales. Se calcula que alrededor de 18 millones de personas han sido víctimas de esta modalidad.

Más allá de los intereses desmedidos, el impacto emocional y psicológico en los deudores es devastador. El acoso constante por parte de los cobradores genera ansiedad, insomnio y depresión. «Es como estar muerto en vida», dice Marcela, quien ha recibido amenazas contra su familia si no paga a tiempo.

Cada 15 y 30 de mes, el estrés y la ansiedad se apoderan de Marcela. «No quiero que llegue la quincena porque todos comienzan a llamar», cuenta. Los prestamistas no sólo la hostigan a ella, sino también a su familia. «No sé cómo consiguen sus números, pero los amenazan con hacerme daño si no pago». Marcela aún lucha por salir de su deuda. 

Alternativas para combatir el gota a gota en Antioquia: 

Debido a que esta modalidad ilegal se convirtió en una problemática social, la Gobernación de Antioquia tuvo que tomar medidas en el asunto. De ahí nació CrediAntioquia. 

Es una iniciativa del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) y la Gobernación de Antioquia, con un propósito claro: transformar vidas a través de la inclusión financiera y combatir las prácticas crediticias informales que afectan a nuestra comunidad.

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El principal motivo por el que las personas acudían a un “gota a gota» es por la falta de apoyo de la entidades bancarias para prestar servicios y créditos financieros a personas que no tienen un capital económico grande o historial crediticio. Con aproximadamente un año de haberse lanzado el proyecto, ya se han facilitado 9.200 créditos.

Los gota a gota: ¿necesidad o condena?

Este episodio de Cobradores “gota a gota” de Investigaciones Teleantioquia muestra la experiencia y perspectiva de varias personas con este modelo de negocio ilegal. Hay casos en donde las personas experimentan tal nivel de desesperación que pueden llegar a atentar contra su vida, otros salen adelante a través de esos medios a pesar de todas las dificultades y otros ven esta opción como su única alternativa. 

Si quieres saber más acerca de esta problemática, te invitamos a ver este episodio: