El gobierno hunde el acelerador a fondo en su tarea para desincentivar el consumo de combustibles fósiles, por esta razón en la reforma tributaria propone ajustes en el impuesto al carbono.
Según la propuesta fiscal, se plantea que el impuesto nacional al carbono tendrá una tarifa específica considerando el factor de emisión de gases de efecto invernadero para cada combustible determinado.
El impuesto estará expresado en unidad de peso por unidad energética, de acuerdo con el volumen o peso del combustible.
Pero la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos, asegura que el nuevo impuesto supondría un alza de 425 pesos por galón de gasolina y de 488 pesos por galón de diésel, lo que supone incrementos de 2,5 y 2,6 veces, respectivamente.
Con esta propuesta, el precio del galón promedio de la gasolina pasaría de poco más de 15.800 pesos a poco más de 16.300 pesos; mientras que el diésel se incrementaría desde poco más de 9.700 pesos hasta poco más de 10.100 pesos.