¿Qué oscuro secreto ha puesto a Pavel Durov en la mira de las autoridades francesas? La sorprendente detención del fundador de Telegram podría desvelar un entramado de delitos más complejo de lo que imaginamos.

Pavel Durov, fundador de Telegram, dejó Rusia en 2014 tras rechazar las demandas del gobierno para entregar datos de usuarios y censurar contenido crítico. Foto: El País

Pavel Durov, fundador de Telegram, dejó Rusia en 2014 tras rechazar las demandas del gobierno para entregar datos de usuarios y censurar contenido crítico. Foto: El País

Pavel Durov, el fundador de Telegram y conocido por su perfil de «Mark Zuckerberg ruso», ha sido arrestado en Francia el 24 de agosto,  tras aterrizar en el aeropuerto de Le Bourget. Durov enfrenta graves acusaciones relacionadas con el uso delictivo de su aplicación de mensajería, incluyendo fraude, tráfico de drogas, y pornografía infantil. Esta detención, que ha causado gran revuelo, se enmarca en una investigación más amplia sobre la falta de moderación de contenido en la plataforma y la negativa del empresario a colaborar con las autoridades.

Momento crítico para Telegram

 A pesar de que la plataforma es reconocida por su fuerte cifrado y su papel como bastión de la privacidad digital, las autoridades francesas han señalado que Durov no ha tomado medidas suficientes para frenar el uso indebido de su aplicación para actividades criminales. La situación se ha agravado por la reciente presión internacional para que las plataformas tecnológicas asuman más responsabilidad sobre el contenido que albergan.

Telegram, en respuesta, ha defendido a su CEO, argumentando que la compañía cumple con las leyes europeas y que la moderación de contenido sigue los estándares del sector. La empresa ha calificado la detención de Durov como una acción sin fundamentos, argumentando que la responsabilidad por los abusos en la plataforma no recae exclusivamente en el propietario.

El caso ha captado la atención global, no solo por la magnitud de las acusaciones, sino también por el perfil del arrestado. Durov, con una fortuna estimada en 15,500 millones de dólares y conocido por su estilo de vida minimalista y su resistencia a la censura, se enfrenta a un futuro incierto mientras las autoridades continúan investigando las alegaciones.