Esto le sucedió a Katelyn Yates justo el día de los inocentes en Estados Unidos y pensó que se trataba de una broma.

Katelyn YatesFue al médico por un dolor garganta y descubrió que estaba embarazada de cuatrillizos. Imagen tomada de Facebook: Katelyn Elizabeth Yates

Katelyn Yates, una joven de 20 años de Greenup, Illinois, jamás imaginó que una consulta médica por un dolor de garganta cambiaría su vida para siempre. Lo que parecía ser un simple malestar resultó ser el inicio de una noticia sorprendente que llegó justo el 1 de abril, el día de los Inocentes en Estados Unidos. Al principio pensó que se trataba de una broma. 

De un dolor de garganta a un embarazo de cuatrillizos

La historia comienza cuando Kately fue al hospital con molestias en la garganta. Durante su consulta, los médicos recomendaron realizarse una radiografía para evaluar su condición. Sin embargo, antes de realizar este tipo de examen, uno de los requisitos es una prueba de embarazo por seguridad del feto en caso de que la paciente esté embarazada. 

Fue entonces cuando se dio el primer giro inesperado, la prueba de embarazo dio positivo, los médicos notaron que Katelyn tenía niveles elevados de gonadotropina coriónica humana (hCG), una hormona que se produce en el embarazo. 

Al recibir la noticia, Katelyn pensó que era una broma debido a que caía justo en el Día de los inocentes, pero lo que le dijeron después fue más impresionante aún: no solo estaba embarazada, ¡sino que estaba esperando cuatro bebés! 

La mujer compartió la inesperada noticia con su pareja, Julian Bueker, con quien llevaba apenas seis meses de relación. Aunque al principio Katelyn estaba preocupada por su reacción, Julian, de 21 años y ahora su prometido, se mostró emocionado por la llegada de sus cuatrillizos. 

Un embarazo de alto riesgo

A lo largo de la gestación, Katelyn fue diagnosticada con preeclampsia, una complicación que afecta a algunas mujeres durante el embarazo, caracterizada por presión arterial alta y signos de daño en otros órganos, como los riñones. Esta condición aumenta el riesgo tanto para la madre como para los bebés, lo que requiere atención médica constante. 

Por la misma razón, el 17 de octubre de 2024, a las 28 semanas y 4 días de embarazo, los médicos decidieron realizar una cesárea para asegurar la salud de la madre y los bebés. Fue así como nacieron Elizabeth, Max, Elliot y Zya en el Hospital St. John ‘s Springfield.

 

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