Lucas había sido entrevistado por medios y creadores de contenido por su peculiar estilo de vida. Foto: Caracol 

En las primeras horas del pasado 4 de septiembre de 2024, se confirmó la muerte de Lucas, un hombre conocido por haber pasado los últimos 20 años de su vida en una alcantarilla en el centro histórico de Bogotá. La noticia fue anunciada después de que su cuerpo fuera hallado en un estado alarmante, desnutrido y deshidratado, el 31 de agosto. 

Lucas, de 59 años, había encontrado su refugio en una alcantarilla ubicada en la carrera 7 con calle 26, frente a una iglesia en el barrio Santa Fe. Durante dos décadas, este lugar se convirtió en su hogar, alejándolo del mundo exterior pero también aislándolo de la ayuda necesaria. Su prolongada ausencia fue notada por un creador de contenido en TikTok, quien decidió investigar el caso y alertar a las autoridades.

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El sábado 31 de agosto, el creador de contenido, junto con funcionarios de Integración Social de la Alcaldía de Bogotá, lograron acceder a la alcantarilla tras recibir señales preocupantes sobre la salud de Lucas. Encontraron al hombre en condiciones críticas: desnutrido, deshidratado y sin posibilidad de moverse. La intervención del Cuerpo de Bomberos de Bogotá y una ambulancia fue crucial para trasladarlo al Hospital San Blas, pero las esperanzas de recuperación eran escasas.

El rescate de Lucas, aunque valiente, no logró revertir la gravedad de su situación. Los familiares confirmaron su fallecimiento poco después de su ingreso al hospital. La historia de Lucas ha conmocionado a la comunidad y ha servido para poner de relieve la dura realidad de muchos habitantes de calle del país.

Así era su vida en la alcantarilla

A pesar de las duras condiciones, Lucas hizo todo lo posible para adaptar el espacio a sus necesidades. El reducido y oscuro lugar estaba equipado con un entablado de madera que él mismo construyó, sobre el cual colocaba una pequeña colchoneta para descansar. Según relatos, Lucas había instalado un improvisado sistema para el manejo del agua y mantenía el área libre de roedores mediante un sistema de electrificación en las paredes.