El mono tití cabeciblanco es una especie en peligro de extinción, vive en una pequeña área del noroeste de Colombia que actualmente está amenazada por la deforestación.

monoFoto: Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible

Científicamente conocido como saguinus oedipus, es el mono tití cabeciblanco es un mamífero del tamaño similar a la de una ardilla. “Suelen habitar, principalmente, las regiones del Chocó, Antioquia, Córdoba y Sucre”, (Conservation Bridges, 2025).  

Sus pechos y vientres son blancos, sus espaldas y colas están cubiertas de un largo pelaje negro y marrón. Tienen uñas en forma de garra, esenciales para saltar de un árbol a otro en su hábitat forestal.

Lea también:Ronin: el ratón que desactiva minas y salva vidas en Camboya rompió récord mundial

Hábitat y alimentación 

Estos primates pertenecen a una de las tres especies de tití que habitan la región amazónica. Su área de distribución se limita a una reducida zona forestal en el noroeste de Colombia. 

Su alimentación se basa principalmente en la búsqueda de frutas e insectos en la capa intermedia del dosel arbóreo, aunque también se ha registrado el consumo ocasional de vertebrados. Se ha observado que utilizan piedras y ramas para obtener o abrir alimentos, demostrando una notable inteligencia y habilidades cognitivas avanzadas. (Animales de Colombia, 2025) 

Los titíes cabeciblancos desempeñan un papel importante en la difusión de semillas en los ecosistemas tropicales. Acostumbran a ingerir semillas de tamaño considerable, en muchos casos mayores que las que consumen otros primates relevantes, como los chimpancés o los babuinos. 

“Al alimentarse de frutas, dispersan semillas a través de sus heces, contribuyendo significativamente a la regeneración y mantenimiento de los bosques tropicales” (Universidad de Caldas, 2025) La destrucción de su hábitat y la captura para el comercio ilegal han reducido sus poblaciones, colocándolos en la categoría de especie en peligro, según la UICN. (IUCN, 2020)

En peligro de extinción

A fines de los 60 y principios de los 70, se exportaron de 20.000 a 30.000 titíes cabeciblancos a Estados Unidos, con el fin de realizar investigaciones biomédicas, como sujetos de estudios relacionados con el cáncer de colon. Actualmente, es ilegal importar los monos tití a EE. UU., aún se usan para realizar investigaciones médicas y los monos tití cautivos superan en número a los salvajes.

En la actualidad, la deforestación y las acciones humanas constituyen los principales peligros que enfrentan los monos tití para su conservación. Colombia está experimentando una alarmante disminución de su selva tropical, debido al avance de la agricultura y el desarrollo. De hecho, ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en cuanto a pérdida de cobertura selvática.

Una parte de esta disminución del hábitat también se relaciona con actividades como la explotación petrolera y la edificación de una represa hidroeléctrica, la cual provocó la inundación de más de 7.000 hectáreas de bosque dentro del Parque Nacional Paramillo, considerado un refugio esencial para el mono tití. Se calcula que actualmente solo persiste el 5% de su área de distribución original. A medida que este espacio vital se reduce, también disminuyen las posibilidades de supervivencia de esta especie. 

 

monoSon capaces de producir más de 38 vocalizaciones diferentes.

 

Mono Tití Cabeciblanco en el Valle de Aburrá 

Según información del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, entre diciembre  del 2024, hasta febrero del 2025, han ingresado 14 animales de esta especie de mono, una cifra que triplica la registrada en el mismo periodo del año anterior. Esta especie, que solo habita en Colombia, se encuentra gravemente amenazada debido a la pérdida de su hábitat natural y al tráfico ilegal, ya que muchos son capturados para ser vendidos como mascotas.

Los casos ingresados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre evidencian las dramáticas consecuencias del cautiverio al que son sometidos estos primates. “Desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá reiteramos el llamado urgente a la ciudadanía para rechazar la tenencia de fauna silvestre como mascota y denunciar cualquier actividad relacionada con su comercialización ilegal”, expresó Paula Andrea Palacio, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Muchos de los titíes cabeciblancos rescatados llegan al Centro en condiciones críticas: presentan desnutrición, pelaje deteriorado y enfermedades óseas que dificultan su movilidad. Además, la mayoría tiene los colmillos recortados o limados, una práctica cruel que les impide alimentarse adecuadamente y los expone a infecciones graves. Estas secuelas del cautiverio afectan seriamente su salud y disminuyen sus posibilidades de reintegración al hábitat natural.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *