En 1899 llegó a Medellín el primer auto del país, hecho que marcó el inicio de una transformación tecnológica y cultural que aún sigue rodando.

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Dion-Bouton de 1899, fue el primer carro que recorrió las calles de Colombia. | Foto: Archivo Juan Guillermo Correa

Cuando las tensiones de la Guerra de los Mil Días comenzaban a agrietar el panorama nacional, un objeto insólito y moderno recorría lentamente los ríos, caminos y montañas para llegar a Medellín. En octubre de 1899, mientras el país se sumía en uno de los conflictos armados más devastadores de su historia, a esta ciudad antioqueña arribó el primer carro que pisaría suelo colombiano.

Se trataba de un Dion Bouton, un vehículo de manufactura francesa que llegó desde Europa, atravesó el río Magdalena en una embarcación y terminó su trayecto a lomo de mula, cruzando caminos rurales hasta asentarse en el corazón montañoso de Antioquia. Su llegada no solo marcó un hito en la historia del transporte colombiano, sino que también sembró la semilla de un cambio cultural, social y tecnológico que se expandió a lo largo del siglo XX hasta la actualidad. 

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El Burro de Oro y su visión sobre ruedas

El artífice de esta hazaña fue Carlos Coriolano Amador, un empresario paisa visionario, reconocido por su audacia para los negocios y su obsesión por traer el futuro al presente. A Amador se le conocía como “El Burro de Oro”, no solo por su capacidad de trabajo incansable, sino por su olfato empresarial, que lo llevó a apostar por la llegada de un artefacto que, en su momento, muchos veían como una excentricidad innecesaria.

El Dion Bouton, que apenas alcanzaba los 25 km/h, era una maravilla técnica para su época. Su diseño prescindía del tradicional volante circular, incorporando en su lugar una serie de volantes y cadenas para direccionar el vehículo. En una ciudad donde no existían estaciones de gasolina, el auto llegó acompañado de varias latas del combustible, lo que permitió su uso en repetidas ocasiones, convirtiéndose en un espectáculo ambulante y motivo de asombro para los habitantes de Medellín.

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Del asombro a la anécdota del primer carro

La historia del primer automóvil en Medellín y en Colombia está llena de anécdotas. Se cuenta que, con el estallido del conflicto, el vehículo fue cuidadosamente guardado e incluso enterrado en una finca del sector de El Poblado, para protegerlo del saqueo o la destrucción. Décadas después, una de las descendientes de los propietarios relató cómo los niños usaban los restos del carro como un juguete más, usaban lo que quedaba del vehículo para deslizarse por los pastos.

Ese mismo vehículo que una vez despertó asombro, pasó a formar parte del paisaje rural y del recuerdo familiar. Lo que alguna vez fue símbolo de modernidad, terminó fusionándose con la cotidianidad de una Medellín que aún buscaba su lugar en la historia del país.

carroFoto: Historia del Automóvil en Colombia 

122 años después: de uno a miles

Hoy, más de un siglo después, Medellín es un referente nacional en movilidad, tecnología y cultura ciudadana. Según datos del 2020, solo en Medellín circulaban más de 320 mil vehículos registrados, una cifra que revela cómo la llegada de ese primer Dion Bouton fue apenas el inicio de una revolución sobre ruedas.

Lejos de ser una simple anécdota, el arribo de ese primer auto marcó el nacimiento de la industria automotriz en Colombia, lo cual impactó de forma decisiva en el desarrollo urbano, económico y social de Medellín y el país.

Este legado continúa. Museos, archivos históricos y relatos familiares mantienen viva su memoria. Algunos incluso han sugerido que se reconstruya simbólicamente ese primer viaje del carro, como un acto de homenaje al inicio de una era.

Cada paso hacia el futuro, a si sea un viaje de un carro a lomo de mula, deja una huella imborrable que aún sigue marcando el camino de una ciudad que nunca ha dejado de moverse.

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