“Woof: El Escuadrón del Amor” lleva cinco años transformando la vida de pacientes en la Clínica Medellín mediante terapias de rehabilitación con ocho perros rescatados. Estos caninos brindan apoyo emocional, mejorando las condiciones médicas de los pacientes.
En la Clínica Medellín, un grupo especial de terapeutas de cuatro patas conocido como “Woof”: El Escuadrón del Amor ha estado cambiando vidas durante los últimos cinco años. Estos ocho perros de la Fundación Instintos participan en terapias de rehabilitación, brindando apoyo emocional y mejorando las condiciones médicas de los pacientes. La presencia de estos caninos ha traído paciencia y alegría a personas que enfrentan momentos difíciles en su recuperación.
Cada uno de los perros del escuadrón “Woof” tiene una historia de superación personal. Muchos fueron rescatados de las calles o situaciones de abandono y han encontrado una nueva oportunidad de vida a través de la Fundación Instintos. Estos animales no solo reciben entrenamiento especializado para intervenir en terapias, sino que también experimentan un proceso de rehabilitación propio, que, en algunos casos, les lleva a encontrar un hogar definitivo.
El equipo de “Woof” trabaja en distintas áreas de la clínica, incluyendo oncología, hospitalización, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y rehabilitación física y cardíaca. La elección de qué perro acompaña a cada paciente depende de las condiciones físicas y el entrenamiento específico de cada animal. Esta intervención canina no solo ayuda a los pacientes a sobrellevar su tratamiento, sino que también fomenta un ambiente de empatía y comprensión.
Los beneficios de la compañía de estos perros en las terapias han sido evidentes. Estudios internos de la clínica han mostrado mejoras significativas en los signos vitales de los pacientes durante las visitas. La interacción con los perros disminuye la ansiedad, mejora el estado de ánimo y promueve la relajación, contribuyendo de manera positiva al proceso de recuperación de los pacientes.
A medida que más pacientes experimentan los beneficios de estas terapias con animales, la esperanza es que otros centros de salud también adopten iniciativas similares. “Woof” sigue demostrando que el amor y la compañía de un perro pueden ser tan terapéuticos como cualquier medicamento, transformando vidas y brindando esperanza a quienes más lo necesitan. Esta conexión profunda ayuda a los pacientes a comprender que la recuperación va más allá del tratamiento médico, integrando también el bienestar emocional y psicológico.