Luego de estar durante cuatro años tras las rejas y cumplir su condena, un expolicía encontró una nueva misión de vida: ayudar a otras personas a reconstruir la suya por medio de un programa de resocialización de presos. Sueños y libertad fue el nombre que al salir de la cárcel le dio valor a Julián para recorrer los centros penitenciarios de Antioquia, en los que realiza jornadas deportivas y talleres de apoyo acompañado de futbolistas profesionales, magos y artistas de música.