Descubre cuáles son los productos para el cuidado facial que podrías estar utilizando inútilmente, según el reconocido dermatólogo Simon Scarano. Aprende a optimizar tu rutina de cuidado de la piel y a evitar gastos innecesarios.
Foto: Marie Claire
En la búsqueda del cuidado ideal para la piel, es fácil caer en la tentación de probar una variedad de productos que prometen resultados milagrosos. Sin embargo, según un dermatólogo experto, algunos de estos productos no solo podrían ser ineficaces, sino también un desperdicio de dinero. Aquí te presentamos una lista de 6 productos comunes para el cuidado facial que podrías considerar evitar, junto con las razones basadas en la ciencia detrás de sus recomendaciones.
1. Roller de Jade: a pesar de su popularidad por su efecto relajante, no existe evidencia científica sólida que respalde beneficios a largo plazo para la piel.
2. Jabón para la cara: muchos jabones comerciales tienen un pH que puede ser demasiado alcalino o ácido para la piel, alterando su barrera natural y causando sequedad o sensibilidad. No confundas la espuma limpiadora con jabón para la piel.
3. Humidificador facial: aunque proporcionan un alivio temporal al agregar humedad al aire, no ofrecen beneficios duraderos significativos para la piel en comparación con otros métodos de hidratación más efectivos.
4. Mascarillas de tela de un solo uso: aunque son convenientes, pueden ser costosas y sus efectos son generalmente superficiales en comparación con tratamientos más concentrados y efectivos como las cremas faciales.
5. Exfoliantes para la cara: algunos exfoliantes pueden ser demasiado abrasivos, causando irritación y daño a la barrera cutánea en lugar de mejorar la textura de la piel.
6. Tónicos faciales: Mientras que algunos tónicos pueden proporcionar una sensación refrescante, muchos de ellos no son necesarios ya que sus ingredientes activos se encuentran en otros productos como los sueros o las cremas hidratantes faciales.
Optimizar tu rutina de cuidado facial no solo implica utilizar productos adecuados, sino también evitar aquellos que podrían no estar aportando beneficios reales a tu piel. Al seguir los consejos de un dermatólogo y enfocarte en productos respaldados por la ciencia, puedes asegurar que estás invirtiendo sabiamente en la salud y el bienestar de tu piel. Recuerda siempre consultar con un profesional para obtener recomendaciones personalizadas que se adapten a tus necesidades específicas.