Armando Benedetti y Laura Sarabia se robaron el show. Sus nombramientos fueron el tema de debate del consejo de ministros.

Estos fueron los momentos más polémicos del consejo de ministros

El nombramiento de Armando Benedetti como Jefe de Despacho del Gobierno fue uno de los temas más polémicos. Foto: Presidencia 

Los nombramientos de Armando Benedetti como Jefe de Despacho y la designación de Laura Sarabia como Canciller de Colombia fueron las manzanas de la discordia del primer consejo de ministros televisado en la historia de Colombia.

Lo que para el presidente Gustavo Petro era un ejercicio democrático y transparente terminó en un cara-cara entre las figuras más representativas de su gobierno. Algunos críticos lo han calificado de un show que deja ver las diferencias y rupturas dentro del Ejecutivo.

Fueron casi seis horas de quejas, regaños, llanto, señalamientos y enfrentamientos entre las figuras que manejan los hilos del país.

¿Vicepresidenta relegada?

La primera en alzar la voz fue la vicepresidenta Francia Márquez quien le recordó al mandatario que, con su liderazgo, también ayudó a que ese proyecto político se impusiera en las urnas. La queja vino por cuenta del nombramiento de Laura Sarabia como Canciller y de Armando Benedetti como Jefe de Gabinete.

Se quejó del poder que Petro le dio a Sarabia y que ella, quien creó un ministerio desde la nada, se encuentra completamente relegada.

«La gente tiene razón, me tiene relegada. Pensé que llegaba aquí a ser su aliada y yo se lo dije, no soy su enemiga. Vengo a acompañarlo y vengo a construir un proyecto de nación (…) No vengo a guardar silencio de las cosas que no considero que estén bien», le dijo la también ministra de Igualdad.

Añadió que la gente del Cauca, de donde es, también se siente abandonada y que el Gobierno poco ha hecho por enfrentar los problemas de seguridad que vive el Cauca. A renglón seguido contó que sus tías la habían llamado en medio de un combate para pedir su ayuda y ella, aunque es parte del Gobierno, no pudo hacer nada.

Sarabia y Benedetti, la razón de la disputa

Otra de las que se quejó de las decisiones presidenciales fue la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad. Dijo que no podía estar en la misma mesa donde estuviera Benedetti.

«Como feminista y como mujer no me puedo sentar en esta mesa de gabinete con Armando Benedetti, y yo no soy la que voy a renunciar porque no renuncio ni al proyecto ni al Gobierno», añadió la ministra enviándole un mensaje al nuevo Jefe de Despacho a quien su exesposa, Adelina Guerrero, lo acusó de amenazarla con un cuchillo.

Por otra parte, Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, cuestionó la idoneidad de Sarabia y Benedetti para ocupar los cargos que les fueron designados.

«Quiero apostarle al cambio real y, tanto Laura como Armando Benedetti, a pesar de que han sido importantes en este proyecto, deberían ocupar otros cargos menos importantes», indicó.

Reacción de Petro

Tras los vergonzosos enfrentamientos entre los ministros, el presidente Petro hizo un llamado al orden y defendió el nombramiento de Armando Benedetti quien, dijo, “tiene una virtud, que es ser loco y la locura puede hacer revoluciones».

“El presidente no se deja encerrar, yo no estoy aquí para que me encierren. Esto no es un sindicato”, expresó Petro.

Añadió que el consejo de ministros, que pretendía ser una muestra para que el pueblo viera cómo se gobierna al país, terminó dejando en evidencia un sectarismo y la división entre «Benedettistas y anti Benedettistas».

Críticas a la ‘paz total’

La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, también se quejó de su jefe. Le dijo que era incomprensible su determinación de continuar con los procesos de paz con los grupos armados ilegales que tienen sometida a la población en diferentes regiones del país.

«La población hoy está sintiéndose en una inseguridad permanente bajo el fuego de grupos que no entienden, algunos, la bondad del proceso de paz y otros que se aprovechan de esa bondad del proceso de paz», manifestó Buitrago.

Agregó que, desde el Ejecutivo, se debe replantear esa postura porque las estructuras criminales y los alzados en armas están abusando de la voluntad de paz del Gobierno.

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