Cerca de 500 personas dependen del comercio dentro y fuera del estadio Atanasio Girardot y están preocupadas, porque ya son más de 2 meses sin partidos de fútbol en la ciudad. Una situación que se suma a las inquietudes por los habitantes en condición de calle y la inseguridad en la zona. Una opción que se creía importante tras la ausencia de fútbol eran los conciertos, pero esa alternativa tampoco les permite generar ingresos suficientes. Los comerciantes afirman que la afluencia de personas en estos eventos es nula, porque los asistentes no pueden ingresar alimentos dentro del complejo deportivo.