Las autoridades habilitan albergues temporales para atender a familias desplazadas por la violencia en el nordeste antioqueño.
El Ejército Nacional se desplaza a la zona para brindar seguridad a sus habitantes. Foto: Archivo
El municipio de Anorí, ubicado en el nordeste de Antioquia, enfrenta una grave crisis humanitaria por el desplazamiento forzado de 370 personas que han abandonado sus hogares debido al conflicto armado.
Estas familias temen quedar atrapadas en el fuego cruzado entre el ELN, disidencias de las FARC y el Clan del Golgo, que se enfrentan en la región.
Desde hace más de una semana, las personas desplazadas están llegando al casco urbano del municipio, lo que obligó a las autoridades locales a habilitar albergues temporales para atender sus necesidades básicas.
Según el último consolidado de la Personería Municipal, entre los desplazados se encuentran 191 familias, con 97 menores de edad y 17 personas en situación de discapacidad.
Albergues y ayudas humanitarias
Para atender esta emergencia, la administración local dispuso espacios como la Casa de Víctimas y un albergue temporal para alojar a las familias. También organizó ollas comunitarias para garantizar la alimentación diaria de los desplazados y ofreció atención en salud.
El personero de Anorí, quien ha mantenido contacto constante con los afectados, señaló que la mayoría de estas familias desean regresar pronto a sus hogares. Sin embargo, aseguran que el retorno solo será posible si cuentan con garantías de seguridad por parte del Estado.
A pesar de las medidas implementadas, las comunidades desplazadas afirmaron que el riesgo persistía en sus territorios. Algunos habitantes que permanecen en las zonas rurales reportaron la presencia de grupos armados y enfrentamientos que siguen generando temor.
Más refuerzos militares
En respuesta a la emergencia, el Ejército Nacional desplegó refuerzos en el nordeste antioqueño para garantizar la seguridad de las comunidades afectadas y facilitar su eventual retorno. Este operativo tiene como objetivo disuadir a los grupos armados que intensificaron sus actividades en la región.
Las autoridades locales y los organismos de derechos humanos están monitoreando la situación y alertando sobre la posibilidad de un aumento en el número de desplazados en los próximos días si las amenazas y los enfrentamientos continúan.