En el barrio Miguelito, uno de los más humildes de Tarazá, se capacitó a 40 jóvenes en resolución pacífica de los conflictos, prevención de embarazos y de la violencia de género. La actividad hace parte del trabajo comunitario realizado por la Agencia de Reincorporación en los municipios más afectados por el conflicto armado.