La propuesta busca modernizar el sistema de financiación estudiantil con un modelo bancario innovador y sostenible.
El Ministerio de Educación de Colombia propuso transformar el Icetex en un banco tradicional, denominado «Banco del Saber«.
Este cambio, que sería presentado como proyecto de ley al Congreso en el primer semestre de 2024, tiene como objetivo principal modificar el modelo actual de financiamiento estudiantil para brindar alternativas más inclusivas y sostenibles a los jóvenes colombianos.
En la actualidad, el Icetex opera como una entidad financiera que administra recursos del Gobierno Nacional para otorgar préstamos a estudiantes universitarios. Sin embargo, con la nueva propuesta, el Icetex funcionaría como un banco tradicional, permitiendo captar ahorros del público para financiar los créditos educativos.
Este esquema no solo diversificaría las fuentes de recursos, sino que también permitiría a empresarios y ciudadanos contribuir directamente al financiamiento de la educación, al depositar sus ahorros en este «Banco del Saber».
La propuesta surge en un momento crítico para el Icetex que, recientemente, ha estado en el centro de controversias. Más de 200.000 estudiantes universitarios están en riesgo de perder sus matrículas debido a la falta de recursos.
El Gobierno Nacional aclaró que los fondos están asegurados, pero que los retrasos en su desembolso obedecen a la priorización de emergencias como la ola invernal que afecta a gran parte del país.
Buscan estabilidad
Este nuevo modelo busca ofrecer estabilidad financiera a largo plazo y prevenir situaciones similares a las que se viven hoy, al depender de un sistema de captación de recursos independiente del presupuesto estatal.
La propuesta del Banco del Saber contempla que los recursos captados del público, principalmente ahorros, sean utilizados para otorgar créditos educativos con condiciones más favorables que las actuales. Esto incluye tasas de interés competitivas y plazos de pago ajustados a las necesidades de los estudiantes.
Además, se espera que el nuevo esquema incentive la participación de grandes empresarios, quienes podrían depositar parte de sus utilidades en este banco como una forma de apoyar la educación.
El proyecto de ley será presentado al Congreso este año, donde se espera un amplio debate entre las bancadas políticas, los sectores educativos y las organizaciones estudiantiles. Aunque la propuesta ha generado expectativas positivas, también enfrenta desafíos significativos, como la necesidad de garantizar que el nuevo banco mantenga un enfoque inclusivo y no se desvíe de su misión educativa.