Las muertes por intolerancia en Medellín están en aumento. Este año, la cifra de homicidios relacionados con la convivencia ha alcanzado un récord de 64 casos, superando solo a los asesinatos vinculados a estructuras criminales.

El último hecho ocurrió en el barrio Manrique, donde dos hombres, de 33 y 53 años, fueron apuñalados tras una discusión en una vivienda. La víctima de 33 años y su compañero, que se encontraban compartiendo con otras personas, se lesionaron mutuamente con arma blanca. Un tercer involucrado, que también resultó herido, se dirigió a un centro asistencial y alertó a las autoridades sobre lo sucedido.

Las estadísticas de homicidios en Medellín han revelado que, además de los 64 asesinatos relacionados con la convivencia, se han registrado 24 casos vinculados a robos y 13 a violencia de género. La violencia intrafamiliar ha tenido con seis muertes adicionales. Estos datos sugieren que la intolerancia y los conflictos interpersonales son causas significativas de violencia en la ciudad, superando incluso los delitos de carácter criminal organizado.

Las víctimas del doble homicidio en Manrique eran miembros de la comunidad LGBTI. La violencia basada en la identidad de género o la orientación sexual es un tema que sigue siendo tabú en muchas sociedades, y Medellín no es la excepción.

Entre algunas de las acciones a implementar, sugeridas por organizaciones comunitarias y defensores de derechos humanos, son espacios de diálogo y entendimiento, programas de educación y sensibilización sobre la diversidad y la convivencia pacífica. Estos podrían ser efectivos para reducir estos incidentes.