Este año, el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre en el Valle de Aburrá atendió 334 emergencias, el 78% de ellas por accidentes o atropellos.

Foto: Área Metropolitana del Valle de Aburrá

Foto: Área Metropolitana del Valle de Aburrá

En el Valle de Aburrá, es cada vez más común observar iguanas tomando el sol en parques, jardines e incluso en las zonas urbanas. Estos reptiles, que se han adaptado a convivir con los habitantes de la ciudad, suelen alarmar a quienes no están familiarizados con su comportamiento. Sin embargo, la mayoría de los avistamientos de iguanas inmóviles no representan una emergencia. Por ello, el Área Metropolitana ha hecho un llamado a la ciudadanía a respetar a estos animales en su entorno natural.

Este año, el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre ha atendido 334 casos relacionados con iguanas en el Valle de Aburrá. De estos, el 78% han sido emergencias como animales heridos, atropellados o inconscientes. A pesar de este alto número de reportes, no todas las iguanas que se encuentran en las zonas urbanas están en peligro. De hecho, muchas de ellas simplemente están tomando el sol, una actividad completamente normal para estos reptiles.

¿Por qué las iguanas toman el sol?

Las iguanas son animales de sangre fría que necesitan la luz solar para regular su temperatura corporal. Este comportamiento es esencial para su supervivencia, ya que les permite mantener niveles óptimos de energía y realizar sus actividades diarias como cazar, moverse y aparearse. Durante largas horas del día, las iguanas pueden parecer inmóviles mientras absorben el calor del sol, lo que les ayuda a activar la vitamina D3 y fijar el calcio en sus huesos, crucial para su movilidad y salud general.

En muchas ocasiones, las iguanas que parecen inmóviles están simplemente en su estado de regulación térmica, absorbiendo el calor que necesitan para sobrevivir. Esto no significa que estén enfermas o heridas. De hecho, interrumpir este proceso puede generarles estrés y, en algunos casos, provocar accidentes si los ciudadanos intentan manipularlas o capturarlas.

El llamado a los ciudadanos

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, a través del CAVR, ha recibido más de 620 interacciones en su línea de emergencias, muchas de ellas relacionadas con la presencia de iguanas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los reportes son innecesarios, ya que estos animales simplemente están realizando una actividad natural.

Andrés Gómez Higuita, Supervisor del CAVR de fauna silvestre, hizo un llamado a la comunidad a no interferir con las iguanas que se encuentran tomando el sol. «Intentar tocarlas o capturarlas no solo puede generarles estrés, sino que también puede representar un riesgo para las personas, ya que las iguanas, aunque generalmente pacíficas, pueden defenderse si se sienten amenazadas», explicó Gómez Higuita.

Además, el Área Metropolitana también insta a los ciudadanos a respetar el entorno natural de las iguanas y a permitir que crucen las vías sin intervenir. «Es importante dejarlas transitar libremente, especialmente en zonas urbanas, donde el riesgo de accidentes con vehículos es mayor», añadió Gómez Higuita.

¿Qué hacer si encuentras una iguana?

Si te encuentras con una iguana en un espacio público o en tu hogar, lo mejor es mantener la distancia y no intentar capturarla. Las iguanas suelen moverse lentamente cuando están relajadas, pero si se sienten amenazadas, pueden reaccionar de manera impredecible. En caso de que la iguana esté herida o en peligro evidente, lo recomendable es contactar a la línea de emergencias del CAVR para que puedan intervenir de manera adecuada.

El Área Metropolitana también recuerda que las iguanas, al igual que otras especies silvestres, están protegidas por la ley. Intentar capturarlas, lastimarlas o sacarlas de su entorno natural puede tener repercusiones legales. Además, la captura de fauna silvestre puede tener consecuencias negativas tanto para los animales como para las personas, ya que muchas especies tienen necesidades específicas que solo pueden ser atendidas en su hábitat natural.

El aumento de la presencia de iguanas en las zonas urbanas es un recordatorio de la importancia de la coexistencia entre la fauna silvestre y los seres humanos. Las ciudades como Medellín y sus alrededores se han convertido en espacios donde la vida silvestre busca refugio y recursos, lo que plantea nuevos desafíos para la conservación y el respeto de estos animales.

 

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